La derrota del SNTE

La aprobación de las leyes reglamentarias de la reforma educativa que impulsa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, representan una derrota de altas dimensiones para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

A pesar de presentarse como uno de los gremios más grandes de América Latina, en la realidad, en la lucha por defender los derechos de los docentes, el SNTE quedó fuera de la jugada.

Es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) la que se presenta como la ganadora de las leyes secundarias. Los integrantes de la CNTE que siguen formando parte de un ala del propio SNTE, la parte radical, son quienes, en términos futbolísticos, están goleando en el actual proceso y llevándose la victoria.

Dentro de la lista de temas polémicos en las leyes reglamentarias de la Reforma Educativa se encuentra la Ley para el Sistema de Carrera de las Maestras y Maestros, un paquete polémico porque establece los criterios de admisión y promoción de las plazas.

La reforma educativa de Enrique Peña Nieto permitía que egresados de cualquier licenciatura pudieran ingresar al sistema educativo estatal y disminuía los espacios para los egresados de las normales. Ahora, los normalistas volverán a tener un lugar clave en la asignación de espacios.

Con las leyes reglamentarias, las plazas podrán ser definitivas una vez que el docente cumpla seis meses en su puesto. Lo anterior implica que los maestros de nuevo ingreso y los que busquen alguna promoción, ya sea en nivel básico o medio superior, podrán contar con plaza vitalicia y se acaban los exámenes para evaluar a los profesores. El punto anterior fue otra petición del SNTE, pero la CNTE se levantó con la victoria.

La derrota actual del SNTE es el resultado de la decisión de aliarse a nivel nacional con el PRI para las elecciones de 2018. La derrota del Panal, se tradujo en que ahora, el SNTE no cuente con legisladores que tengan fuerza en la Reforma Educativa. En cambio, la CNTE tiene a más de 30 en el Congreso de la Unión.

El problema actual es que la educación sigue siendo rehén de la lucha sindical. Con Peña Nieto, el PRI intentó retomar el control del SNTE; pero tras los resultados de 2018, una tercera ala del gremio toma fuerza para controlar las políticas educativas. ¿Y quién toma en cuenta a los estudiantes y la calidad educativa?

JAIME ZAMBRANO

DESDE EL BIOPODER

MILENIO

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