Pese a alerta de género, siguen los feminicidios

“Vivimos en un sistema patriarcal y androcéntrico. Este sistema está sustentado en las relaciones desiguales de poder y estas se expresan a través de la violencia contra las mujeres.»

Hasta el mes de noviembre de este año, en Puebla se registraron más de 70 casos de muertes de mujeres que presentan características de feminicidios, la mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes y, en muchos casos, los agresores fueron personas conocidas en donde aparecen factores como las relaciones de poder.

De acuerdo con estudio realizado por el Instituto de Derechos Humanos «Ignacio Ellacuría» (Idhie) de la Universidad Iberoamericana Puebla, en la entidad se presenta un contexto generalizado de violencia de género contra las mujeres que se traduce en feminicidios, desapariciones y casos de violencia física, sexual, económica, entre otra.

Rosario Arrambide González, directora del Idhie, explicó que Puebla se ubica en el cuarto lugar a nivel nacional por casos de feminicidios registrados este año, por debajo de Veracruz, Estados de México y Nuevo León.

“Vivimos en un sistema patriarcal y androcéntrico, que es creado por y para los hombres y por lo que los hombres creen que requieren las mujeres. Este sistema está sustentado en las relaciones desiguales de poder y estas se expresan a través de la violencia contra las mujeres. Una de las causas son los estereotipos de género, la forma en la que somos educados desde la infancia, en la familia y la escuela, en la que se nos asocian distintos roles estereotipados de género, que unos tienen mayores significados social y público que otros y esto coloca a las mujeres en una situación de inferioridad y subordinación con relación a los hombres. Esto obviamente ha ido cambiando, pero no en su totalidad”, explicó.

A pesar de que el pasado 8 de abril se notificó al gobierno del estado de Puebla, la resolución emitida por la Secretaría de Gobernación a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), mediante la cual se determinó la emisión de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres para 50 municipios de esa entidad federativa, la investigadora de la Ibero resaltó que falta camino por recorrer.

“La violencia contra las mujeres es grave y, sobre todo, falta el cumplimiento de las medidas ante la Alerta de Violencia de Género. Todo esto, coloca a las mujeres en un estado de mayor riesgo en materia de seguridad y en materia de su vida. En Puebla están aumentando los casos de la violencia que llega a su máxima expresión con los feminicidios”, explicó.

Resaltó que uno de los mayores problemas de la violencia de género, radica en que los agresores, en la mayoría de los casos, son personas conocidas, familiares o personas con las que las víctimas tienen una relación sentimental.

“El hecho de que personas conocidas sean los agresores nos habla de que las políticas que tiene que adoptar el estado, tienen que estar dirigidas a atacar los roles estereotipados en las relaciones familiares y en las relaciones de noviazgo”, explicó.

Arrambide González explicó la violencia de género genera impactos psicosociales en las mujeres que se agravan frente a la impunidad social y estatal; y resaltó la urgencia de darles voz para afrontar la situación.

“La impunidad estatal, la impunidad social frente a la violencia contra las mujeres, que no se haga nada, que no se denuncie y cuando las mujeres denuncian no son atendidas adecuadamente, no se les emiten órdenes de protección, se les manda a conciliación cuando eso está prohibido. Esto obviamente genera desconfianza en las autoridades, pero además manda un mensaje al agresor: no pasa nada, la violencia es tolerable por el Estado y puede seguir repitiéndola”, lamentó.

La investigadora resaltó que la sociedad debe conocer el ciclo de la violencia debido a que, en muchos casos, los agresores parecen que cambian; sin embargo, solo se encuentran en una etapa que se traducirá en ataques.

Refuerzan medidas en universidades Ante los problemas de feminicidio y violencia contra las mujeres en todo el país y, en particular en Puebla, instituciones como la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), la Universidad Iberoamericana Puebla, la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y el Tecnológico de Monterrey en Puebla cuentan con programas y planes de acción para fomentar la cultura del respeto y para prevenir la violencia.

La UAP cuenta con el Protocolo para la Prevención y Atención de la Discriminación y Violencia de Género que se puso en marcha el pasado 11 de noviembre de este año con el objetivo de establecer mecanismos institucionales que consoliden una cultura con perspectiva de género, además de garantizar una vida incluyente y libre de violencia-

El rector de la UAP, Alfonso Esparza Ortiz, explicó que el protocolo es un instrumento para visualizar prácticas y actitudes nocivas, así como para erradicarlas.

“Con base en recomendaciones nacionales e internacionales se generó un instrumento que no solo atenderá el problema de la violencia contra las mujeres, sino también la inclusión, exclusión y discriminación social”, explicó.

El protocolo se elaboró en un ejercicio inclusivo con la participación de la comunidad universitaria, expertos en temas de género y legislación, así como miembros de la Dirección de Acompañamiento Universitario, del Centro de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Oficina de la Abogada General.

La UAP creó una base de datos donde se ingresaron más de mil 30 propuestas, sugerencias y observaciones con respecto al borrador inicial del protocolo; y todo ello se sintetizó en 65 propuestas que se integraron en un documento sometido a discusión en los foros.

“El resultado de todo este trabajo fue un ejercicio amplio, participativo y plural, lo que nos permite contar con el Protocolo para la Prevención y Atención de la Discriminación y Violencia de Género en la BUAP. En el documento se encuentran los mecanismos institucionales necesarios para consolidar una cultura con perspectiva de género que garantice a los miembros de nuestra Casa de Estudios una vida incluyente y libre de violencia”, explicó.

Por otra parte, en la Universidad Iberoamericana, se establecieron medidas al interior de la institución, con la finalidad de que el ambiente en el que la comunidad educativa se desarrolla sea un espacio de encuentro y diálogo, regido por los valores para una sana y respetuosa convivencia.

Dentro de los compromisos institucionales, se encuentran: no realizar ningún acto de discriminación, violencia, hostigamiento o acoso particularmente de tipo laboral o sexual, sin importar de quién se trate; y promover un entorno en el que se respete la dignidad y la salud de las personas y su derecho a la intimidad, así como la equidad entre los géneros.

De la misma forma, se estableció el compromiso de contribuir a la creación de una cultura de prevención contra las conductas y manifestaciones de discriminación, violencia interpersonal, hostigamiento y acoso; de sumarse a la construcción de ambientes favorables para la integridad personal y comunitaria; y aportar información que permita atender, sancionar y corregir situaciones de discriminación, violencia interpersonal, hostigamiento y acoso laboral o sexual.

En tanto, el Tecnológico de Monterrey en Puebla firmó el pasado 25 de noviembre, los compromisos con la iniciativa mundial HeForShe, creada por la Organización de las Naciones Unidas (Onu), para impulsar acciones y programas encaminados a garantizar la igualdad de género.

HeForShe impulsa el desarrollo del Plan de Igualdad de Género, la creación de puntos de atención en los campus para la prevención y atención de la violencia de género; el fortalecimiento y mejora continua del Protocolo de Violencia de Género vigente en el país; la formación en igualdad de género y prevención de la violencia para toda la comunidad; y la promoción de la cultura de igualdad de oportunidades en todos los procesos requeridos para lograr el desarrollo y crecimiento de las mujeres.

Diana Huerta, presidenta de HeForShe en el Tec de Monterrey en Puebla, explicó que, con la iniciativa, todos los integrantes de la comunidad se comprometen a impulsar acciones por la libertad en todos sus sentidos, dejando atrás estereotipos de género.

“Cuando nos liberemos de los estereotipos de género, vendrá un cambio en beneficio de todos. Si dejamos de definirnos por lo que somos y empezamos a definirnos por lo que sí somos, todas y todos podemos ser más libres. Quiero que los hombres y las mujeres acepten esta responsabilidad para que sus hijas, sus hermanas y sus madres puedan vivir libres de prejuicios y para que sus hijos tengan permiso para ser humanos”, expresó.

Por su parte, la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) cuenta con su Programa de Apoyo y Seguimiento al Estudiante (PASE) que permite brindar apoyo a los estudiantes y orientación psicológica para prevenir algún tipo de violencia.

La institución también promueve campañas de igualdad de género, así como la detección temprana de algún acto violento. En tanto, la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) impulsa programas y acciones de prevención de violencia; realiza ciclos de conferencias y cuenta con especialistas que brindan orientación psicológica y apoyo.

JAIME ZAMBRANO

MILENIO

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