Desempleo, efecto cascada que empeorará por desarticulación económica

El trabajo desarticulado entre gobiernos y empresas revela la necesidad de que se superen las diferencias para establecer las estrategias encaminadas a una recuperación.

Puebla comenzó el año 2020 con la pérdida de 6 mil 433 fuentes de empleo formales en el primer trimestre y la tendencia aumentó con la emergencia generada por el coronavirus para terminar el primer semestre con 42 mil 425 poblanos sin fuentes laborales formales. El panorama empeorará por una desarticulación económica y problemas en las empresas que generan 80 por ciento de las fuentes laborales.

En el punto anterior coincidieron, por separado, los investigadores en economía María Elena Pérez Pulido, directora del Departamento de Negocios de la Iberoamericana Puebla, y Marcos Gutiérrez Barrón, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quienes lamentaron la falta de estrategias para enfrentar la crisis actual.

De acuerdo con el reporte de empleo formal ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Puebla inició este año con 629 mil 401 puestos de trabajo formales, es decir, con prestaciones y seguridad social; sin embargo, durante este año, se registró una pérdida de 42 mil 425 puestos, problema que se agudizó entre los meses de abril, mayo y junio. La cifra de empleo asegurado en Puebla se colocó en 586 mil 976 trabajadores en el mes de junio de este año, la más baja desde el sexto mes de 2017 cuando se tenían registraron 583 mil 405 puestos.

Ante el panorama de desempleo, Pérez Pulido explicó que la contención del desempleo es responsabilidad de sector público y privado; sin embargo, el trabajo para salvaguardar los comercios familiares y los puestos laborales demostró que no es el adecuado debido a apoyos gubernamentales insuficientes y un trabajo desarticulado con la iniciativa privada.

“El desempleo ha demostrado ser desenlace de un efecto cascada en el modelo económico: tanto el comercio formal como el informal se encuentran parados, lo que implica una reducción en los ingresos y, eventualmente, el despido de trabajadores para librar la cuesta”, apuntó.
Señaló que las pequeñas y medianas empresas (pymes) de los giros comerciales considerados como no esenciales son las más afectadas ante la falta de actividades económicas y el desempleo podrá continuar en próximos meses.

Resaltó que la estrategia de los gobiernos se centró en la entrega de créditos de solidaridad a la palabra; sin embargo, los mecanismos resultaron insuficientes ante las complicaciones económicas que enfrentan las pymes.

“Las consecuencias a futuro tienen que ver con la generación de deudas que obstaculizarán la recuperación financiera y la cobertura total de nóminas; además, la cantidad otorgada en cada crédito, 25 mil pesos, es insuficiente para solventar gastos”, apuntó.

Añadió que, de acuerdo con el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Puebla es la segunda entidad en estrategias gubernamentales para no perder empleos, siendo los estímulos fiscales a microempresas uno de los rubros más sobresalientes; sin embargo, el cierre de puestos es una consecuencia de toda una cadena.

“Es tiempo de unir esfuerzos: esta política de condonar el impuesto sobre la nómina o retrasar los pagos al Seguro Social puede ayudar a que las empresas sigan adelante, lo que, a largo plazo, mantendrá activa la economía”, manifestó Pérez Pulido.

El trabajo desarticulado entre gobiernos y empresas revela la necesidad de que se superen las diferencias para establecer los acuerdos y las estrategias encaminadas a una recuperación con el cuidado de la salud de los trabajadores, apuntó.

La pérdida de los empleos formales aumentará la ocupación informal que, actualmente, es de alrededor de 66 por ciento de la población económicamente activa. “Las implicaciones directas de esta condición se traducen en una menor recaudación de impuestos y la inaccesibilidad de las y los trabajadores a prestaciones básicas”.

Por su parte, el investigador de la Upaep, Marcos Gutiérrez Barrón, destacó que Puebla se encuentra entre los cuatro estados con mayor aumento de pérdidas de empleos formales con un alza de 6.4 por ciento; Quintana Roo aparece en primer lugar con 22.9 por ciento; Baja California Sur se coloca en segundo lugar con 11.7 por ciento; y Guerrero se ubica en el tercer lugar con 7.2 por ciento.

“Ante el escenario que se viene desarrollando en el ámbito económico, la política económica debe mantener la estabilidad financiera, no caer en un déficit público, porque eso agravaría aún más la situación. Y, por otro lado, hacer un manejo prudente de la deuda, además de incentivar la inversión privada, creando las condiciones para que se pueda reactivar. La inversión privada genera alrededor del 80 por ciento de los empleos y solamente el gobierno genera el 20 por ciento de los trabajos formales y en este momento con la pandemia, la inversión privada se ha retraído”, finalizó.

JAIME ZAMBRANO

MILENIO

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