Síndrome “Pica”: Alertan de trastornos por comer papel, tierra, cabello…

Hay productos que no son digeridos y así como entran son eliminados, pero otros como el cabello se quedan atorados formando bezoares (masa sólida indigerible) por lo regular en el estómago.

La coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, de la Facultad de Medicina de la UNAM, Elvira Sandoval Bosch, advirtió que el síndrome de “Pica” es un trastorno alimentario y de la ingestión de alimentos consistente en comer productos que no son nutritivos ni alimentarios, como: tierra, papel, cabello, arena, ropa, piedras y yeso, entre otros, condición que genera diversas consecuencias diversas para el organismo.

Con base en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 5 (DSM-5) para ser considerado síndrome de Pica las personas deben ser mayores de dos años, consumir productos no nutritivos ni alimentarios al menos durante un mes, y que no formen parte de una práctica culturalmente aceptada, expuso la doctora en Ciencias de la Salud.

Algunos estudios relacionan el síndrome con las mujeres embarazadas con deficiencia de hierro, zinc o calcio, aunque no son concluyentes.

El nombre de este trastorno deriva del latín pica pica, que quiere decir urraca, ave conocida por consumir sustancias incomestibles y robarlas, como ritual de cortejo y reconoció que no se cuenta con muchos estudios al respecto para poder decir qué porcentaje de la población presenta este síndrome y tampoco hay una cifra oficial sobre su prevalencia, pero nos preocupa porque puede llevarnos a un déficit nutricional y, dependiendo del estado de salud y la edad de la persona, puede tener otras consecuencias más graves.

La especialista sostuvo que no hay claridad de las razones por las cuales las personas comen estos productos, aunque se han hecho algunas relaciones con deficiencias nutricionales, problemas de ansiedad, estrés; también se ha observado en personas con anorexia, así como con espectro autista, y en quienes tienen esquizofrenia, aunque se había asociado más con los niños, se puede presentar en cualquier grupo poblacional.

Advirtió que este trastorno puede ocasionar afecciones en cavidad oral y romperse los dientes; en el tracto digestivo puede haber alteraciones físicas. Hay quienes comen vidrios o navajas y eso puede generar alguna laceración interna muy grave.

Hay productos que no son digeridos y así como entran son eliminados, pero otros como el cabello se quedan atorados formando bezoares (masa sólida indigerible) por lo regular en el estómago, y en ocasiones, en el intestino delgado, causando obstrucción y para retirarlos se requiere de procedimientos quirúrgicos, alertó.

Este síndrome debe ser diagnosticado por psicólogos o psiquiatras y generalmente se atiende por un equipo multidisciplinario conformado por estos especialistas quienes proporcionan terapia cognitivo-conductual, así como nutriólogos quienes atienden el impacto del trastorno.

“Se les hace una valoración completa de su estado nutricional -estudios bioquímicos- y si se encuentra deficiencia de algún nutriente, se suplementa. De manera paralela se observa si no hay algún trasfondo de ansiedad o estrés que genere esta conducta compensatoria”, indicó Sandoval Bosch.

Cecilia Higuera Albarrán

LA CRONICA

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