Según la ONU, el 31% de los alimentos producidos en el mundo no llegan a la mesa

De este porcentaje gran parte se pierde entre las cosechas y la venta a los ciudadanos o llegan a desperdiciarse.

Mientras 800 millones de personas en este mundo sufren de hambre y cerca de 3.000 millones no pueden permitirse una dieta saludable y equilibrada, el 31% de la comida que es producida en el mundo es desperdiciada y no llega a la mesa de ninguna familia. Estos datos han sido aportados por las Naciones Unidas en conmemoración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.

Según los propios datos aportados por la ONU y recogidos por Servimedia, aproximadamente el 14% de este grueso de alimentos se pierden entre las cosechas y la venta minorista. Sumados a un 17% que se desperdicia en los propios hogares (11%), en los servicios de comidas (5%) y en el comercio al por menor (2%). Estos alimentos que se pierden representan un 38% del uso total de energía del sistema alimentario mundial.

Si este desperdicio se tratase de un país, sería el tercero que más gases de efecto invernadero emitiría, quedando sólo por detrás de China y Estados Unidos, según la ONG Enraíza Derechos (antes Prosalus). Según esta misma ONG, el desperdicio alimentario supone más del 20% de todo el consumo de agua dulce del planeta para producir alimentos que, por desgracia terminan en la basura y contribuyen a agravar el problema del hambre en el mundo, ya que afecta a la seguridad alimentaria de las personas porque hay menos alimentos disponibles, se encarece el precio perjudicando sobre todo a las poblaciones más vulnerables y pone en peligro la alimentación de las generaciones futuras.

REDUCIR EL DESPERDICIO UN 50%

«Hasta ahora pocos países han implementado medidas y las mediciones de la comida desperdiciada son escasas a nivel internacional. Es urgente que la reducción del desperdicio forma parte de las agenda políticas, internacionales y nacionales, porque sin voluntad política será imposible frenar el desperdicio», apunta Enraíza Derechos.

Por esta misma razón la Agenda de 2030 de la ONU propone en una de sus metas relacionadas con el Desarrollo Sostenible reducir a la mitad ese desperdicio tan elevado de alimentos por persona en el mundo, entre los años 2015 y 2030.

Para Naciones Unidas, «en un mundo en el que el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y en el que cada día se pierden o desperdician toneladas y toneladas de alimentos, es fundamental reducir las pérdidas y el desperdicio». Cuando se pierden o desperdician alimentos, todos los recursos que se utilizaron para su producción -como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital, se desaprovechan, según la ONU.

«Es necesario adoptar medidas a escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos que producimos. Para introducir este cambio transformador es fundamental incorporar tecnologías, soluciones innovadoras (en particular plataformas de comercio electrónico para la comercialización y sistemas de elaboración de alimentos replegables y móviles), nuevas formas de trabajar y buenas prácticas con miras a gestionar la calidad de los alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos», concluye Naciones Unidas.

ONU

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