AYOTZINAPA Y LAS FUERZAS ARMADAS

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Un hecho que conmocionó al País ha permitido juzgar la ineptitud del gobierno en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, al solapar que las investigaciones fueran saboteadas por las propias autoridades ante la evidente implicación del ejército en esos hechos.

No es la verdad histórica expuesta en su momento por Jesús Murillo Karam lo que determinó encubrir a los responsables de la desaparición forzada de los 43 estudiantes cuyo destino hasta la fecha se desconoce, salvo algunos hallazgos de restos humanos que se ha determinado pertenecen a miembros de ese grupo desaparecido.

La verdad era muy sencilla encontrarla en las mismas fechas cercanas a los hechos. Todo apuntaba al destacamento militar de Iguala. Que hubo confusión o quizá una acción premeditada también fue posible determinarla porque la verdad se tuvo a la vista en la misma noche de los acontecimientos.

Colusión de autoridades locales y militares con miembros de la delincuencia organizada del grupo criminal Guerreros Unidos, que tenían el control de la zona en la fecha de la desaparición de los estudiantes. Las autoridades que intervinieron desde las políticas como el Gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero y el presidente Municipal de Iguala, Guerrero.

Pero no solo fueron esas autoridades, porque el gobierno federal nombró a quien se desempeñaba como titular de la Agencia Federal de Investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República y agentes del ministerio púbico especialmente destinados para llevar a cabo las investigaciones. Todos empezaron mal seguramente para encubrir a la fuerza militar que los señalaba como directos responsables de lo ocurrido en la suerte de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Mucho desaseo, información contradictoria, investigaciones que solo inculparon al crimen organizado pero los hechos en que se vieron involucrados los estudiantes nadie ha podido aclarar que fue lo que ocurrió. Un crimen que politizaron y hasta la fecha los que quieren y demandan la verdad son los Padres de los muchachos que quieren encontrar a sus hijos, pero nadie les da la información que requiere.

Nombran a un subsecretario que ninguna experiencia tiene en esos hechos que requieren de especialistas de probada capacidad y preparación en investigaciones altamente peligrosas por los individuos que se ven involucrados. Equivocación o intención de asesinarlos, lo cierto es que nada se ha podido esclarecer.

Un año más de peregrinar de los familiares de los estudiantes desaparecidos. Como en las películas de terror solo niebla se ha visto pero resultados ninguno. Debió hacerse una reingeniería del caso y hablarle claro a los Padres de los levantados.

Por el tiempo transcurrido seguro que ya fallecieron, pero tampoco lo han podido confirmar, la incertidumbre prevalece en los Padres que todavía cargan el dolor sin poder encontrar a sus hijos, pero tampoco respuestas claras de que fue lo que les ocurrió. El gobierno es el único responsable y cómplice del silencio que rodea alrededor de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

Sacarle la vuelta a los soldados fue lo que contaminó la investigación. Mucha información se ocultó y también se destruyó necesitaban borrar las evidencias para quitar toda sospecha de la participación militar en esos deplorables.

Ese es un hecho deleznable que registra la historia y no lo podrán borrar, como ha ocurrido en otras muchas ocasiones en los que se involucra la participación militar. Aun así, los gobiernos siguen con la milicia en las calles a sabiendas del gran error que se comete y los hechos que pueden ocurrir.

Tener el soldado en las policías y en las calles, es una soberana mentira que la inseguridad la habrán de combatir. Como ejemplo y ahí están los registros, solo aseguran drogas o armas, pero al delincuente en el mayor de los casos, no se le detiene ¿cuál será la razón?

Ante esos hechos, un día de luto nacional. Que la luz divina ilumine a los 43 estudiantes desaparecidos y que la paz de Dios sea en los Padres que no los han podido encontrar. Castigo sin distingos a los responsables de lo ocurrido en una terrible noche Ayotzinapa, Guerrero.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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