EL ACOSO SEXUAL SE CASTIGA, NO SE SOLAPA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Causa extrañeza que un acosador sexual no se haya puesto a disposición del ministerio público, en tanto que a trabajadores universitarios se les exhibe y persigue sin haber cometido delito alguno.

¿Por qué no se castigó a un trabajador del gobierno del estado si estaba comprobado que había cometido actos que son sancionados por la ley penal? Fue señalado por el propio Ejecutivo Estatal que era un acosador sexual.

El problema no fue que haya estado comprobada la comisión de un hecho que la ley señala como delito; lo reprochable fue que lejos de ponerse a disposición del ministerio púbico se le disculpó por ser amigo, al parecer del Ejecutivo Estatal.

Nadie aconsejó al Gobernador que proteger a un acosador sexual no era posible sino castigarlo, o sea ordenar que se formalizara la denuncia por la o las víctimas del delito ante la Fiscalía Estatal.

La Secretaría de las Mujeres no estuvo a la altura de sus responsabilidades, porque cuando se enteró que el Gobernador había cometido la peor de las pifias al comprometerse públicamente en su semanera a pregunta de una reportera relacionada con quejas contra un acosador sexual que estaba adscrito al centro de justicia, le respondió que si era cierto pero que le daría una oportunidad más y que lo cambiaría de adscripción, que lo protegería.

En su afán proteccionista, mencionó también que lo mandaría a un área donde hubiera puros hombres o sea puros machos para ver si se comportaba igual. La reacción de inconformidad social fue inmediata. Era inadmisible que el propio Gobernador se hubiese convertido en protector de acosadores sexuales.

La noticia escandalizó de inmediato como ventisca en el desierto en todo el País, pasando la noticia más allá de las fronteras nacionales. La sociedad de Culiacán quedó perpleja, no daba crédito a lo que escuchó, se revictimizaba a las víctimas del muy comentado acosador por el propio Gobernador del Estado.

La Secretaria de las Mujeres, quiso enmendar el error cometido por su Jefe. El problema es que esa pifia no era de enmienda, la protección al delincuente ya se había confirmado. Cuidado Gobernador, utilizar el micrófono e improvisar información se corre el riesgo de dar traspiés.

Sale después del escándalo mediático, en los medios de comunicación, la información de que el acosador sexual había sido dado de baja y que en el Gobierno de Sinaloa no había espacio para la protección de delincuentes.

Naturalmente que nadie creyó que el acosador de marras había sido dado de baja de manera inmediata. El Gobernador de nuevo se equivocó, o lo hicieron que se equivocara. Porque el supuesto cese no surtiría ninguna credibilidad social porque la protección ya había sido anunciada.

El supuesto cese se llevó a cabo con fechas acomodadas para pretender convencer que la protección nunca se había dado, sino que al tenerse conocimiento de los hechos se había procedido a dar de baja de inmediato al publicitado acosador. Lo cual no fue cierto.

Tan apresurado se hizo todo, que no se formalizó la denuncia y/o querella ante el ministerio púbico para que abriera la correspondiente carpeta de investigación. Debieron haberla hecho pública por medio de la prensa comprometida con el gobierno para que la sociedad hubiese quedado enterada que cuando menos eso se hacia en protección a las víctimas de acoso. Así como se estila en los asuntos contra la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades ¿Qué pasó con la Comisión Estatal de Derechos Humanos que no se pronunció en ningún momento?

Tenga cuidado señor Gobernador con sus colaboradores, no se deje llevar con la información que le dicen que se publique en las semaneras, lo pueden comprometer y meter en serios problemas como lo de ese famoso acosador que en minutos estuvo en las principales planas de difusión en esta ciudad, en el País y también en el extranjero. Demasiada fama negra en pocos minutos.

Se comete el error y se tipifica una conducta. Se corre el riesgo de que se denuncien esos hechos. La Fiscalía o el Congreso pueden tener serios y enormes compromisos por la repercusión política que puede acarrear ese resbalón proteccionista.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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