INSEGURIDAD FRACASO GUBERNAMENTAL

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

La inseguridad no solo ha impuesto sus condiciones al gobierno, sino el terror en la población sinaloense.

La estadística criminal preocupa a los gobiernos federal y estatal al extremo de ocultar las cifras de los hechos que impactan mucho más en la seguridad ciudadana como es el homicidio, la desaparición forzada de personas, el feminicidio, el robo de vehículos, la producción de drogas sintéticas como el fentanilo, entre otras, al registrar cifras mucho menores en Sinaloa como es el caso del homicidio. El Consejo Nacional de Seguridad pública dijo que en enero del 2024 se registraron 40 homicidios y la Fiscalía Estatal dijo que habían sido 51.

La crítica obliga a señalar la falta de ética, la inmoralidad y la forma de cómo las autoridades pretenden engañar, al difundir cifras que están muy lejos de darle confianza a una sociedad amenazada continuamente por el delito.

Esas aparentes contradicciones en la que la autoridad estatal pretende corregir el error que dicen que cometió la autoridad federal, no lo es, porque esa ha sido la inmoralidad con la que se ha conducido un gobierno promotor de la inseguridad a través de los abrazos y no balazos.

La delincuencia organizada ha sido una de las aristas productoras de delitos porque es la que comete los homicidios, la que levanta y desaparece personas, la que planea los hechos para el feminicidio, la que roba violentamente vehículos para apoyar sus actividades ilícitas, sin que las autoridades reconozcan que han sido y son incapaces de frenar esos hechos por las complicidades que se han creado con la delincuencia.

¿Si los vínculos de complicidad parten desde el gobierno, que puede esperar la sociedad en su seguridad personal?

Pero los tiempos darán una nueva oportunidad a un pueblo agobiado por la complicidad y corrupcion gubernamental, esas esperanzas se renuevan en el proceso electoral en curso, en el que a través del voto, deberá llevar nuevas figuras que tendrán a su cargo desterrar el mal gobierno y el flagelo de la inseguridad. Que el pueblo vote para llevar a los puestos encargados de combatir el delito y la inseguridad a personas probas y comprometidas con la sociedad y no con los intereses inmorales del gobierno.

Sinaloa ha sido un estado en el que sus autoridades han sido permeadas por el crimen. En cada elección aparece el fastasma de la acusación por aquellos que se vieron derrotados al afirmar que quien abanderó la victoria fue a consecuencia del dinero y el apoyo de la delincuencia organizada.

Son acusaciones que gravitan en el colectivo social provocando el morbo de que esa es la razón de poner funcionarios a modo en los mandos policiales y de procuración de justicia en premio a esos pactos no escritos y que merecen el repudio de la sociedad.

Los ciudadanos que no responden o rechazan participar en a esas componendas sencillamente no son confiables y deben ser desechados por inconvenientes.

Una forma de ocultar esas complicidades es tendiendo cortinas de humo abriendo aristas de conflicto que distraigan la atención social como ha sido el caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Un estado y un gobierno exhibido por la inseguridad, se decide invadir la autonomía universitaria de dicha Casa de Estudios y traslada su desfiguro para gobernar, acusando de corrupcion a sus autoridades y con el uso de sus instancias represivas sacude la atención social pretendiendo culpar de hechos que solo existen en una imaginación que solapa el crimen y del que se ríen las organizaciones criminales, tratando de ocultar sus frustraciones con un conflicto perverso y vergonzoso.

Si bien en sus inicios el gobierno creyó que ganaba la batalla contra la UAS, porque así se difundía en las semaneras del gobierno, pero reciben de respuesta un misil de inconstitucionalidad dando en el blanco en el centro de la causa utilizada para pretender avasallar la tranquilidad de la Casa Rosalina, que pulverizó ese aborto legislativo que registraron como Ley de Educación Superior de Sinaloa.

El efecto distractor dejó de serlo, la sociedad ya se percató del insano propósito gubernamental. Todo ha sido parte de una trama perversa para justificar la incapacidad para gobernar. La educación de los jóvenes sinaloenses siguen recibiéndola con calidad y oportunidad, porque es y ha sido la visión comprometida del Dr. Jesús Madueña Molina, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que ha luchado y que lo seguirá haciendo en una alianza social con los Padres de Familia para que la UAS siga brillando y enalteciendo el vuelo del águila hacia la cúspide.

Por ese motivo, el próximo 02 de junio digamos ya basta a la ilegalidad y a la inmoralidad votando por una Alianza de Amor por Sinaloa.

Renovemos compromisos por el bien de Sinaloa. Desterrar el autoritarismo por el bien de nuestras familias y por el progreso del Estado.

La UAS no se toca. La autonomía universitaria se respeta.

¿Usted que opina?

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