¿INVESTIGACIONES SESGADAS?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Las investigaciones relacionadas con el homicidio de Octavio Atilano Román Tirado parece que dejó de interesarle a la Fiscalía estatal.

Fue la mañana de un once de octubre del dos mil catorce cuando dos hombres armados irrumpen en la cabina de radio donde transmitía su programa radiofónico en las instalaciones del periódico el Sol de Mazatlán. Atilano Román caía abatido a balazos. Un crimen que al parecer no lo quieren resolver.

Las sospechas desde que ocurrieron los hechos apuntaron a personajes ligados al gobierno del Estado. Jesús Aguilar Padilla era el Gobernador y a su Procurador no le interesó el esclarecimiento del homicidio. Lo mismo ocurrió en uno de los gobiernos más corruptos y solapados de Sinaloa, el de Quirino Ordaz.

En el homicidio se entrelazan intereses políticos, que no permiten conocer los motivos que ocasionaron el homicidio de Román Tirado. Que pasó con las investigaciones de la denuncia que había presentado en contra del actual Presidente de la Junta de Coordinación Política del Estado de Sinaloa? ¿No se le toca por la cercanía que lo identifica con el actual Gobernador Rubén Rocha Moya?

La Fiscalía Estatal sigue sin el más mínimo interés de esclarecer ese homicidio. Tampoco se ha informado de algún avance que se tenga en las investigaciones y si ya fue recepcionada la declaración de Feliciano Castro. En las denuncias prefabricadas conta la UAS han sido muy activos en la integración de las mismas y prontos también en judicializarlas ¿La carpeta del homicidio de Atilano Román porque no se ha resuelto?

¿Es el interés político de no dañar a este gobierno si se continua con la investigación de los hechos que involucran a Feliciano Castro? ¿O es porque se trata de un personaje con influencia política en el gobierno al que pertenece? ¿Sería evidenciar a un porrista utilizado para difamar al Rector Jesús Madueña Molina y otras autoridades universitarias de la Universidad Autónoma de Sinaloa?

El mencionado diputado morenista, debe tener un lugar muy especial en la carpeta de investigación relacionada con el homicidio de Atilano Román. Mucho se difundió en los medios informativos en la época del homicidio que pesaba en su contra una denuncia en perjuicio de los comuneros afectados con la construcción de la presa picachos. Por cierto, la información en portales de internet, al parecer fue borrada en su totalidad.

Su conducta debe ser materia de atención en la Fiscalía estatal. En el Congreso del Estado y en particular en la oficina de donde despacha, fueron sustraídos, robados, una buena cantidad de cheques que representan varios millones de pesos. De las pesquisas por ahí se logró detener a un empleado del Congreso presumiblemente responsable del robo de dichos cheques, pero dicen que es solo un chivo expiatorio, ya que otras voces señalan que por ahí hubo un pago de $1,000.00, por cheque cobrado. Ese es un asunto que debe ser esclarecido por la Fiscalía Estatal.

Quizá Feliciano Castro se ha convertido en un instigador contra las autoridades universitarias de la Casa Rosalina, para tender una cortina de humo a sus negros e inmorales antecedentes. El tiempo transcurrido y de los amigos que lo protegen en el gobierno es a lo que le apuesta ese señor diputado, para detener la investigación y que el probable delito que se imputa quede impune. Sería conveniente que la Fiscalía Estatal, deje de ser el instrumento represivo del gobierno en contra de los dirigentes universitarios uaseños, y se ponga a investigar con seriedad esos hechos relacionados con el homicidio de Atilano Román y en los que se menciona al diputado Feliciano Castro.

Ya basta de impunidad y se ponga un alto a la criminalidad solapada por el gobierno.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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