CAOS EN CULIACÁN Y EN SINALOA. ALARMA GENERALIZADA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

¿Hasta cuando resistirá la ciudadanía estar aprisionada en sus propias casas por el temor de salir al trabajo, a la escuela o al mercado?

El gobierno ha sido incapaz de frenar esta ola de violencia producto de los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada disputándose el control de lo que es o fue el otrora poderoso cártel del pacífico.

Aunque no se quiera aceptar, todo este galimatías puede ser la secuela dejada por la muy comentada traición ocurrida el pasado veinticinco de julio en contra del jefe de dicho cártel Ismael Zambada García “El Mayo Zambada”.

Lo que no se ha sabido y es parte de las abundantes notas en las redes sociales en las que cada quien resume sus pareceres pero ninguna que oriente a las autoridades lo quieren saber a través de sus investigaciones. No propiamente por la traición sino por los antecedentes del personaje involucrado. Una carta fue lo que ocasionó que se mencionara al gobernante sinaloense y después una renuncia de quien fuera la Fiscal de Sinaloa en la fecha en que ocurrieron los hechos.

El escándalo fue mayúsculo, nadie daba crédito a lo ocurrido. Una traición que puede ser lo que ha ocasionado esta guerra entre grupos escindidos de dicho cartel y un homicidio que hasta la fecha no se ha esclarecido.

Todo está relacionado, esa entrega, el homicidio en contra de un oponente político del gobierno y una basura de investigación por la fiscalía estatal. Podrían derivarse diversas hipótesis, la de mayor peso podría ser que las omisiones graves en que se incurrió en la carpeta de investigación eran para obstaculizar la verdadera causa de la muerte y del homicidio del político pasista.

La Fiscalía General de la República se encargó de hacer públicas esas inconsistencias porque era una brasa que le quemaba. Declaraciones que dejaron tatuadas en las mentes de muchos, dudas de fondo, suficientes para generar desconfianza en la probidad, objetividad y legalidad de las diligencias iniciales.

La desconfianza estremeció todavía más, cuando el Consejo Estatal de Seguridad Pública a través de su Coordinación General, pudo ser por orden superior, que integró en la quinteta entregada al Ejecutivo Estatal a cuatro aspirantes que formaron parte de la Fiscalía estatal en la fecha de esos fatídicos hechos, y una de la Fiscalía General de la República ¿Qué ocurrió en la conformación de la lista? ¿Un asunto de corrupción?

La terna que llegó al Congreso fue un trámite de rutina, dos de los integrantes tuvieron necesariamente participación en la integración de la carpeta de investigación en la que quedaron exhibidos como incapaces de hacer las cosas bien, como fue el caso de quien fuera la Vicefiscal de la Zona Centro, ahora Fiscal General y el Vicefiscal General, ratificado en su cargo. La aspirante de la Fiscalía General de la República, ni la más mínima posibilidad de ser elegida porque sería como meter al enemigo en casa.

Desaseos en la conducción política del estado que merecen ser considerados para poder presumir que los acontecimientos que desde hace tres días nos tienen apresados en nuestros domicilios, por el temor a ser dañados por los pandilleros enojados, es preocupante, porque las libertades y la seguridad general está amenazada.

¿Cuánto más deberemos resistir encerrados sin la certeza de como terminará toda esta revolución desatada entre grupos delincuenciales? Ante una autoridad diezmada, desorganizada y expuesta a sufrir bajas no deseadas.

Sinaloa padece un vacío total de autoridad. La inseguridad crece y no se ve que la calma regrese ¿Un partido político, el de Acción Nacional ya pidió la renuncia de las autoridades por su incapacidad para restituir la gobernabilidad en Culiacán y en el Estado, se sumarán a esa petición los demás partidos de oposición?

Entre la lluvia de balas y la violencia a todo lo que da, se atrevieron a instalar carpas y urnas para una supuesta consulta a la comunidad universitaria rosalina, ilegal e improcedente por la sentencia que protege a la UAS de ese tipo de atropellos, pero pone a la vista ese perverso interés político de las autoridades estatales contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, sin importar el riesgo de la seguridad personal de sus esbirros. La UAS cumple, no la verán arrodillada ¿habrá renuncia?

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

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