AMENAZA CUMPLIDA. REFORMAN LA LEY ORGÁNICA DE LA UAS
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
Finalmente pasó lo que el Gobernador quiso que sucediera, reformaron la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Amenaza cumplida.
Esa reforma, nace muerta. Fue realizada violando toda disposición legal y constitucional. Aprovecharon esta suspensión de labores del Poder Judicial de la Federación, para llevar a cabo la reforma y publicarla.
El titular del Ejecutivo Estatal, cuando la Ley de Educación Superior de Sinaloa fue declarada inconstitucional por el Juez Primero de Distrito y confirmada por el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Décimo Segundo Circuito, dijo que no la impugnaría.
Después de la confirmación de la sentencia de inconstitucionalidad de la Ley de Educación Superior de Sinaloa, los diputados morenistas y sus satélites del Congreso del Estado, iniciaron un procedimiento de reforma a la Ley Orgánica de la UAS, justificándose en la Ley General de Educación Superior, mismos que sabían que no era la legislación aplicable.
Se llevó a cabo un proceso de consulta, pero no a la comunidad universitaria rosalina, sino a la sociedad de Sinaloa, para cumplir, según ellos, con el requisito exigido para reformar, que, por cierto, ese circo político le costó al Congreso una cantidad superior a los cuatro millones de pesos, mismos que de seguro se los dispensará la Auditoría Superior del Estado.
Las dispensas de la ASE, no tendrán ningún problema, porque recordarán que no hace mucho el propio Congreso acordó reservar por dos años, toda información relacionada con las facturaciones al gobierno del estado por parte de la negociación denominada “Café Miró”. Eso es lo que se dice en los corrillos de café, pero de ser así, ese acuerdo debió publicarse en la página oficial del Congreso del Estado. Habría que consultarlo.
En la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, hubo todo un entramado de complicidades entre el Congreso y el Ejecutivo. Lo cierto es que fue tanta la llevada y traída de agua al pozo para llenar el cántaro, que se les romperá.
Si el Ejecutivo no hubiese estado de acuerdo en que se llevara a cabo la reforma mencionada, sencillamente la pudo vetar y no decidir formularle observaciones. Las observaciones fue la salida para justificar que eran para mejorar algunas partes de la ley. Lo cierto es que finalmente quedaron al descubierto los intereses políticos del gobierno para llevar a cabo una reforma que saben bien que se les caerá, por las graves fallas de inconstitucionalidad y abundante desaseo en el proceso legislativo que la reformó.
¿Merecerán un aplauso a la ciega obediencia de los diputados que la llevaron a cabo? O ¿el aplauso sería para glorificar el premio que recibieron los ahora exdiputados fieles al desempeño de la orden cumplida, con el nombramiento de Secretario General de Gobierno a Feliciano Castro Meléndrez y como Director de Gobernabilidad Democrática para Adolfo Beltrán?
El litigio contra la Ley de Educación Superior de Sinaloa no ha concluido, todavía faltan algunas resoluciones de interés y que seguro habrán de provocar algunas tensiones en las relaciones Estado-UAS. Las reformas tampoco entrarán en vigor porque está vigente el derecho de impugnarlas a través del juicio de amparo. Seguramente se promoverá.
¿Los procesos penales, las revisiones de mediadas cautelares, violaciones a la sentencia de amparo que decretó la inconstitucionalidad de la ley de Educación Superior de Sinaloa y ahora la expedición de las reformas a la Ley Orgánica de la UAS, no lo consideran una persecución política del gobierno del Estado contra la UAS y sus autoridades? O ¿cómo le llamaría usted? Quieren forzar soluciones. La vía que planearon parece que no es la más afortunada. En la UAS, voluntad rosalina la hay. Se escucha una sola voz, hasta la victoria final.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
