Ante el derrame de jales en La Ojeda, autoridades deben voltear a ver a la población antes y no hasta que hay afectaciones, señala especialista
Ante el derrame de jales que sucedió en la comunidad de La Ojeda, municipio de Topia en Durango, biólogo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, pide a las autoridades voltear a ver a la población antes de tales situaciones y no después, ejecutando estudios pertinentes que regulen la industria minera que cumplan con las medidas de mitigación y no solo se atienda después de una afectación.
Khalil Vizcarra Salazar, quien tiene líneas de investigación en Ecología e Impactos Ambientales, señaló que aun cuando el derrame sucedió en la parte alta de este municipio, su impacto y afectación directo se dio sobre los cuerpos de agua afectando a la fauna acuática y a la población, no solo de este municipio sino a toda la cuenca del río Tamazula.
“Lo más importante que las autoridades verifiquen que estén al pendiente de que se estén cumpliendo esas medidas, por si pasó esto, es porque no hay una regulación, si un área está destinada para tanto volumen y lo están sobrepasando va a seguir ocurriendo, porque no hay las condiciones para poderlo soportar”, señaló.
Ante la causa probable que ocasionó el derrame, según precipitaciones altas en la parte serrana, dijo aun así deberían contar con un plan de contingencia ambiental para proteger esa parte, donde cumplan con una serie de requisitos enfocados a este problema y los desechos que generan, y evitar así este tipo de derrames.
Recordó que aun cuando se da en la parte alta, existen conexiones, es decir, este derrame viaja y desemboca a la presa para posteriormente llegar al río, afluentes que llegan a la ciudad y a su población.
Para finalizar, destacó que los pobladores que viven de la pesca de sus ríos, sea para consumo propio o venta, se ven afectados, puesto que el problema directo ha sido sobre la fauna acuática, por lo que, en ese sentido pidió a las autoridades federales, estatales y municipales trabajar de manera conjunta.
