BELIGERANCIA MEDIÁTICA SIN FUNDAMENTO

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Las abundantes notas de prensa derramadas sin pudor por la autoridad estatal cuestionando la validez de los certificados y títulos que expide la Universidad Autónoma de Sinaloa, son falsas y propias de un gobierno falaz y autoritario.

Poner en duda la legalidad de los títulos que expide la Universidad Autónoma de Sinaloa, es falsa y perversa. El artículo 10, fracción XIII de su Ley Orgánica, y la faculta para expedir constancias y certificados de estudios, y otorgar diplomas, títulos y grados académicos correspondientes a los diversos tipos y niveles de estudio que se cursen en la Institución.

Asimismo, el artículo 34, fracción VIII, le señala al Rector la facultad de firmar, en unión con el Secretario General, los títulos y grados académicos que la Universidad otorgue. Esta facultad de ninguna manera puede ser utilizada en perjuicio de la comunidad universitaria que cursa sus estudios en las diversas áreas del conocimiento y que los hace merecedores a obtener el certificado y título respectivo.

No es obstáculo para la validez de los certificados y títulos que se firmen por el Secretario General Encargado de la Rect5oría de la UAS, ante la abusiva e ilegal remoción temporal decretada como medida cautelar por un Juez de Control en procesos penales que se siguen en contra del Rector Titular de la Institución, violatoria de la autonomía universitaria.

La suspensión definitiva decretada por Jueces de Distrito por amparos promovidos por el Dr. Jesús Madueña Molina, en los que se determina dejar sin efectos la remoción mencionada hizo que el H. Consejo Universitario de la UAS resolviera dejar como Encargado de la Rectoría al Dr. Robespierre Lizárraga Otero, en tanto se dictara la sentencia en dichos juicios. Dicho Acuerdo, tuvo mayor fuerza desde el momento que otro Juez de Distrito declarara inconstitucional la Ley de Educación Superior de Sinaloa, fuente de donde emanan todos los procesos penales por razones políticas y no jurídicas por el Ejecutivo Estatal.

La autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, le permite ejercer imperativamente facultades de autogobierno y de autorregulación normativa como se desprende del artículo 3°, fracción VII Constitucional, mismas que la autoridad estatal le pretendió cercenar con una Ley inconstitucional.

Los hechos ocurridos el pasado 23 y 24 de febrero en Mazatlán, ha propiciado esta andanada mediática para crear una cortina de humo para tratar de encubrir la grave exhibición del autoritarismo gubernamental en contra de las autoridades de la Casa Rosalina.

El Presidente de la República fue testigo presencial de los hechos que dieron testimonio del repudio de la comunidad universitaria hacia el Gobernador de Sinaloa, por su necia pretensión de ejercer el control político de una Universidad que lo rechaza y que no permitirá el ultraje a la autonomía universitaria y que defenderá hasta las últimas consecuencias.

La firma de los certificados y títulos es legal hacerlo por el Dr. Robespierre Lizárraga Otero. Esta facultado por Acuerdo del H. Consejo Universitario y única autoridad facultada para resolver ese tipo de asuntos apegada a su régimen de autonomía previsto en el artículo 3°, fracción VII de la Constitución Federal y su Ley Orgánica. Asimismo, los artículos 11 y 12 de la Ley General de Profesiones, señalan: ARTICULO 10.- Las instituciones que impartan educación profesional deberán cumplir los requisitos que señalen las leyes y disposiciones reglamentarias que las rijan. ARTICULO 11.- Sólo las instituciones a que se refiere el artículo anterior están autorizadas para expedir títulos profesionales de acuerdo con sus respectivos ordenamientos. Dichas determinaciones son congruentes además con los artículos 2 y 14 de la Ley General de Educación Superior.

El Gobierno del Estado con su escandalosa publicidad invade esferas jurídicas que le están total y absolutamente prohibidas. La Universidad Autónoma de Sinaloa, como ya quedó establecido, cumple con apegarse a su propia normatividad que le dan plena legalidad a sus atribuciones académicas.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

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