Cambios en el SNI inundarán de demandas de inconformes a Conacyt: Lazcano

Cualquier inconforme de la resolución en las asignaciones de niveles del SNI se podrán amparar y ganar automáticamente, puesto que los cambios están mal hechos, señala el Premio Crónica.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el nuevo reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) lo hace “más humano, más representativo y más simple”. Adicionalmente, “contempla una notable simplificación de los trámites administrativos y mejora de los procesos de evaluación de sus miembros”, señaló en un comunicado. No obstante, esta última aseveración no contempla una lluvia de amparos por una convocatoria mal diseñada, de acuerdo con Antonio Lazcano.

“Hay un problema severo en el nuevo reglamento, puesto que cualquier persona que se inconforme con el resultado del SNI puede demandar y ganar la demanda automáticamente debido a que está el procedimiento está viciado”. En entrevista, explica que esto significa que por no haberse obedecido la reglamentación que exige que en el procedimiento esté representada la misma comunidad, a través de un Consejo de Aprobación que no fue convocado, se evaluarían convocatorias que ya no establece la actual legislación, por lo cual cualquier investigador o investigadora se podrían amparar.

“Si una persona pensaba que podía aspirar al nivel 2 del SNI y queda en el 1, automáticamente se puede amparar porque la convocatoria estuvo mal hecha”, añade el miembro de El Colegio Nacional y Premio Crónica.

Éste es un “punto central claro”, manifestó ayer por su parte Gloria Soberón Chávez, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. En un comunicado manifestó que “el Procedimiento de Evaluación para Ingreso o Permanencia SNI 2020 se ha venido llevando a cabo de manera viciada, sin respetar la composición del Consejo de Aprobación del SNI, y eliminando de un momento a otro a la mitad del procedimiento, la representatividad de la comunidad electa para un periodo”.

La científica promovió juicio de amparo indirecto a efecto de que se respetara su carácter como miembro del Consejo de Aprobación del SNI, el cual fue eliminado por Conacyt en el nuevo reglamento.

“La ciencia no es democrática, es participativa”, agrega Lazcano, quien enfatiza que el SNI, al tener representantes como parte del proceso de definición de la convocatoria, garantiza que los intereses de los investigadores tengan valor. Sin embargo, en esta ocasión no fueron convocados, motivo del amparo de la doctora Soberón.

“Esto es un reflejo de la obsesión que tiene la dirección de Conacyt y su directora, Elena Álvarez-Buylla, por controlar todo el proceso y evitar la evaluación de pares. Ahí se cometió un error de procesamiento brutal, por lo que cualquier persona que se inconforme ganará y siempre hay personas que se inconforman”. Por otra parte, agrega Lazcano Araujo, la nueva legislación entra en vigor cuando se encuentran a mitad del proceso de evaluación bajo la anterior legislación, entonces ¿los académicos y académicas serán evaluados con el nuevo reglamento o el que estaba en curso?

“El Conacyt se va a inundar de demandas de personas que piensan que no se obró de manera correcta. Lo absurdo es perder el tiempo en este tipo de debates a destiempo cuando hay problemas tan urgentes como el de las Cátedras Conacyt o las becas posdoctorales, que no se están renovando”.

FOBIA TRANSGÉNICA

Adicionalmente, este nuevo reglamento que da lugar a un SNI “más simple” suprime el área de biotecnología, así como el concepto de ciencia básica. “Se desaparecen de un plumazo”, advierte el profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

“En el tema de la biotecnología — una de las fobias de Álvarez-Buylla— hay cosas a las que es ridículo oponerse, por ejemplo, las vacunas contra COVID que se desarrollan dependen de procesos biotecnológicos. Sin embargo, es un tema que Conacyt quiere controlar y desaparecer la biotecnología que implique el manejo de organismos genéticamente modificados y a los que se opone su directora por una cuestión de principios, como si tuviera una actitud religiosa y mística de que la naturaleza no se debe tocar”.

Estos cambios al SNI, añade Antonio Lazcano, forman parte de una ceguera irreflexiva y una obsesión de la dirección de Conacyt por acumular el poder de decidir qué es y cómo funciona la ciencia.

“Elena Álvarez-Buylla ha denunciado corrupción en el sistema sin haberlo demostrado —de ser así, que se investigue y se castigue, nadie está en contra de ello ni a favor de la impunidad—, no se puede perder el tiempo creando una atmósfera de persecución.

“Por otra parte, la directora de Conacyt ya está en desacato por no atender el amparo de la doctora Soberón, pero aparentemente no le preocupa acumular desacatos y violar la ley, como tampoco tomar estas decisiones arbitrarias. Sin embargo, el peldaño que le causa al aparato científico es enorme”.

El biólogo finaliza señalando que después de estos cambios, a los investigadores en las comisiones dictaminadoras les queda el recurso del amparo y esperar que se cumpla la ley. De lo contrario, “si es necesario, llevar el tema hasta la Suprema Corte de Justicia”.

Isaac Torres Cruz

LA CRONICA

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