Científicos rechazan el desprestigio gubernamental contra la biotecnología

El Estado ha generado y promovido una campaña contra el área científica, señalan biotecnólogos en pronunciamiento expuesto ante diputados / También rechazan eliminación del área en el SNI.

Todos los avances en el conocimiento, diagnóstico, tratamiento y vacunas contra COVID-19 pasan por los desarrollos de la biotecnología, área del conocimiento que también ha permitido obtener la insulina que hoy en día se inyectan los diabéticos, así como una larga lista de medicamentos y una nueva generación de vacunas y antivenenos que salvan vidas en todo el mundo.

La biotecnología además permite biorremediar suelos contaminados y obtener fuentes limpias de energía, generar cultivos resistentes a sequías y enfermedades o que no requieren pesticidas; aumentar la vida de anaquel de alimentos o asegurar su inocuidad y se secuenciar su genoma para lograrlo. Éstas son sólo algunas de las aplicaciones palpables y reales de las que la sociedad puede beneficiarse actualmente debido a esta área de la ciencia —que además fue reconocida con el Nobel de Química 2020— y fueron expuestas por un grupo representativo de los biotecnólogos mexicanos, quienes participaron en el foro “Biotecnología: impactos futuros para el país”, organizado por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados.

Algunos de estos avances fueron desarrollados en México, como la producción de insulina, la generación de antivenenos y la obtención de cultivos resistentes, sin embargo, otros más, como el desarrollo de una vacuna contra COVID-19, enfrentan un impedimento financiero. “México es uno de los pocos países que no desarrollan una vacuna propia, Costa Rica, Perú y Cuba, por mencionar a los de Latinoamérica ya tienen vacunas sometidas a pruebas preclínicas, mientras, nosotros nos quedaremos al lado del camino esperando conseguir vacunas producidas por otros países, aún con cuatro proyectos viables gestados en nuestras universidades y centros de investigación desde inicios de este año”, expuso Brenda Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM y presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos.

Añadió que a la comunidad científica le preocupa la “animadversión” contra la biotecnología desde la propuesta de ley de la senadora morenista Ana Lilia Rivera, el año pasado, hasta la más recientemente desaparición de la biotecnología como área de conocimiento en reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). “Nos preocupa porque puede llevar al debilitamiento del sector debido a que quedó pulverizado en otros comités de evaluación, lo que sin duda afectará el derecho de los especialistas a un trato justo”. Añadió que a estos se suma un mensaje desalentador para los 9 mil estudiantes que se forman en esta área, así como a las empresas de base tecnológica que con dificultad reciben apoyo.

PRONUNCIAMIENTO

Durante su participación, Jaime Ortega, presidente de la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería, expuso un pronunciamiento de esta comunidad en busca del reconocimiento que no ha tenido entre sociedad y autoridades:

“Los biotecnólogos del país rechazamos la campaña de desprestigio y de intentos de dispersión de la biotecnología mexicana, que el gobierno federal ha estado promoviendo (…) Es importante difundir ampliamente los beneficios que la biotecnología ya está proporcionando a la población mexicana, para que la sociedad tenga información fidedigna y que no sólo se escuche la campaña de desprestigio que se ha orquestado para desacreditar a la biotecnología en general e ignorando o minimizando los logros de la biotecnología mexicana…

“Consideramos que uno de los mayores riesgos que tiene nuestro país, es NO utilizar, promover y desarrollar la biotecnología mexicana”.

El pronunciamiento recalca que la biotecnología ha sido eliminada “discrecionalmente” como una de las áreas que conforman el SNI, “de acuerdo con el nuevo reglamento impuesto por las autoridades del Conacyt, sin ninguna consulta a la comunidad biotecnológica”.

A unos días de que Conacyt hizo pública una carta firmada por 30 investigadores apoyando sus políticas públicas, Brenda Valderrama recordó que se cumplió un mes de la otra misiva enviada por su gremio, firmada por más de mil académicos, entre ellos premios nacionales de Ciencias, la cual no ha tenido respuesta.

Finalmente, los científicos solicitaron a los legisladores que tomen en consideración estas exposiciones en la discusión de la Ley General de Ciencia y Tecnología, que debería presentarse antes de finalizar el año, así como en el presupuesto asignado al sector científico.

Isaac Torres Cruz

LA CRONICA

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