COMPROMISO INPOSTERGABLE PARA LA NACIÓN

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Quien resulte elegido para dirigir al País en esta próxima elección debe tener como premisa formar una corporación policial nacional civil. No a la militarización policial.

En este espacio de opinión hemos sostenido la inconveniencia de haber sacado al soldado de sus cuarteles y mandarlo a la calle a realizar labores de policía cuando dentro de su formación no está la de ser un custodio social, sino la protección de la soberanía y de las instituciones nacionales. Es un elemento preparado para la guerra y para matar.

No se justifica ninguna determinación gubernamental para haber decidido utilizar a la fuerza armada militar para combatir las conductas antisociales y a la criminalidad. Una decisión absurda y por demás cuestionable, que fue censurada por los diversos organismos internacionales de derechos humanos e incluso por la Organización de las Naciones Unidas. Aun así, los soldados salieron de sus cuarteles y desplazaron a la policía civil con los resultados desastrosos que se tienen hasta la fecha.

En esta administración federal se cometieron los peores errores en materia de combate a la inseguridad. Desaparecieron a la policía federal y fue sustituida por una Guardia Nacional compuesta de soldados y marinos carentes de toda estrategia para repeler los embates criminales y evitar el delito. El sexenio más violento de la historia política de México con alrededor de doscientos mil homicidios y la milicia sin saber que hacer.

La violencia no puede ser privilegiada con abrazos. El crimen se ataca con estrategia policial y no de guerra. El campo de batalla no está en las ciudades. En las ciudades está la presencia policial que oriente y corrija los comportamientos antisociales. El delito, debe ser investigado con conocimientos y habilidades para atrapar al delincuente y llevarlo a que se le castigue.

El policía, debe conocer el derecho y evitar cometer errores legales porque de lo contrario la libertad será segura para el delincuente. Es una lección que los soldados no han aprendido hasta la fecha. Derechos los tienen también los delincuentes. Es una lección que el soldado todavía no lo acepta. Ellos parten de la premisa de que si una persona cometió un crimen deberá ser detenido como sea y llevarlo a la justicia. Derechos humanos, legalidad en la detención y en la recopilación de pruebas, la ley es muy estricta y deberá ser obedecida. Son formalidades que el soldado no lo admite y no lo aceptará.

Candidatos a la Presidencia de la República, registren en su agenda de compromisos nacionales, el regreso urgente del soldado a sus cuarteles y la reestructuración de las nuevas instituciones policiales que demandamos los mexicanos. Ya basta de calificar de corruptas a las policías y se preocupen por dignificarlas y profesionalizarlas.

La inseguridad es un flagelo que tiene aterrorizada a la población. Es un hecho que está presente en la geografía nacional. Ahí están los transportistas con un paro nacional demandando protección en las carreteras, su seguridad personal continuamente es mancillada por los criminales sin que haya autoridad que los detenga.

La seguridad ciudadana en esta administración gubernamental ha sido un soberano fracaso y lo mismo se replica en las entidades federativas como es el caso de Sinaloa. Mandos militares en las instituciones policiales, que solo las adornan porque de estrategias policiales no saben qué hacer.

Dejen de perseguir a las autoridades educativas universitarias y pónganse a trabajar en lo que requiere el Estado. La Fiscalía se atiborra de delitos, no hay investigación y el rezago de la criminalidad es una vergüenza. El problema de la inseguridad no está en la Universidad Autónoma de Sinaloa, está dentro del gobierno y no lo quieren reconocer.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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