Culiacán, atrapada en el fuego cruzado

Culiacán, inmersa en una dinámica histórica donde los acuerdos entre el poder político y criminal han marcado el ritmo de su vida cotidiana, se convierte en el escenario perfecto para que estas disputas se intensifiquen.

La violencia aquí no es sólo una consecuencia del narcotráfico, sino la manifestación de un ciclo de poder que se reconfigura de manera constante. Con cada captura, muerte o detención de un líder criminal, el tablero de control territorial cambia, dejando a Culiacán, una vez más, atrapada en el fuego cruzado de intereses que van más allá de la simple disputa por el narcotráfico.

Es el resultado de una historia de exclusión, donde las fracturas sociales abrieron las puertas a la ilegalidad y violencia como formas de vida.

Culiacán no sólo es el escenario de una disputa territorial, sino el producto de una historia más intensa de inequidades y reconfiguración constante del poder.

Lo que hoy parece una guerra entre facciones es, en realidad, la manifestación de un ciclo de violencia que se nutre de un sistema en el que la ilegalidad echa raíces en las periferias olvidadas y en las aspiraciones insatisfechas de los más jóvenes.

Aquí, las alianzas entre el poder político y criminal moldean la cotidianidad, y cada captura, muerte o ruptura de acuerdos no hace más que ajustar el tablero del control territorial.

Mientras las fracturas sociales no se cierren, y los intereses delictivos sigan encontrando terreno fértil en el vacío que deja la falta de oportunidades, Culiacán seguirá atrapada en el fuego cruzado de una violencia que no tiene fin a la vista.

Síntesis del artículo CULIACÁN EN GUERRA: EL CICLO DE PODER QUE PARALIZA UNA CIUDAD de Iliana del Rocío Padilla Reyes, profesora en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Juriquilla de la UNAM publicado. por la revista Nexos.

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