Del verbo a la acción

En las reuniones que tuvo con los líderes de las facciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a comienzos del mes, el Presidente se comprometió a que iba a crecer el presupuesto para educación y pensiones del magisterio.

Cuando llueve sobre mojado el suelo se hace lodo. La semana pasada el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, entregó a la Cámara de Diputados el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021. El documento expresa, como lo resaltó nuestra compañera Laura Toribio en su reportaje, “El gobierno de México tiene la plena convicción de que la educación inclusiva y equitativa será uno de los pilares más sólidos para avanzar en la Cuarta Transformación de México” (Excélsior, 09/09).

Sin embargo, la propuesta del PEF no sostiene tal convicción. Por el contrario, la denominada austeridad republicana va en el asiento del conductor. Claro, si la economía va mal, no hay por qué esperar a que el presupuesto la contradiga. No es tiempo de grandes expectativas, pero se nota que la arenga no se lleva con la realidad.

Un infograma de México Evalúa y de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey documenta que “el gran esfuerzo de gasto educativo” es de apenas un incremento del 0.2% con respecto al del 2020, que tampoco fue generoso.

Las aportaciones para estados y municipios crecen un parco 0.08% y para la Ciudad de México disminuye -1.81%. En cambio, aunque no por mucho, crecerá el gasto en los programas estelares de la Cuarta Transformación: Beca universal para estudiantes de media, Beca para educación básica, ambas con el nombre de Benito Juárez. También, la Escuela Es Nuestra, Jóvenes Escribiendo el Futuro y para el diseño y aplicación de la política educativa.

Para 2021, los programas Nacional de inglés, Atención a la Demanda de Educación para Adultos (INEA) y el de Normalización y Certificación de Competencias Laborales van para abajo. El programa de inglés se destina a la mayoría de alumnos de la educación obligatoria, los otros dos son para gente pobre o que, por cuestiones ajenas a su voluntad, forman parte del rezago educativo. No importa que de vez en cuando tanto el presidente López Obrador, como el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, afirmen que en la educación debe primar el interés de la niñez, al programa de Fortalecimiento a la Educación Temprana y el Desarrollo Infantil, le reduce 3%. Peor aún, al programa de Prestación de servicios de educación inicial y básica comunitaria le adelgaza un 17.8% a su ya flaco presupuesto. En el discurso sí, primero los pobres; en la asignación de fondos ellos van al final.

En las reuniones que tuvo con los líderes de las facciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a comienzos del mes, el Presidente se comprometió a que iba a crecer el presupuesto para educación y pensiones del magisterio. Pero el programa para el Desarrollo profesional docente disminuye en 49% con respecto al fondo exiguo del año pasado. Y a los programas nacional de Convivencia escolar, de Carreras docentes (UPES), Desarrollo de aprendizaje significativo de educación básica y de Fortalecimiento a la excelencia educativa no se les asignan fondos.

Aunque en la práctica ya estaba congelado, el Programa de escuelas de tiempo completo desaparece de la faz del presupuesto. Esta es una pérdida mayor. Aunque no fuera significativo en términos de estadística, los alumnos de estas escuelas mostraron un mejor puntaje en las pruebas Planea —que quizá también desaparezcan— y disminuyó el abandono escolar. Se frustra una red de protección a población vulnerable.

La mayoría de los planteles que participan en ese programa se ubican en zonas marginadas y de conflicto social. En muchas de ellas, la colación de mediodía era el alimento más importante de los niños; además salvaguardaba a muchos del abuso familiar. También se acaban las actividades vespertinas, entre ellas las de música —tan apreciada por el secretario— que sirven para el desarrollo de una personalidad plena.

En fin, de la palabra a la ejecución hay un trecho largo. El PEF pronostica más agua sobre tierra empapada.

EXCELSIOR

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