DELITOS CAUSAN TEMOR EN LA FISCALÍA ESTATAL

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Falta a la verdad quien dice que los homicidios han disminuido un 18 por ciento en Sinaloa. Una mentira que solo en el gobierno se la creen.

Muchos son los homicidios que no se han resuelto y hay uno que hizo mucho ruido como fue el caso de Atilano Román, del que seguramente Feliciano Castro deberá decir que es lo que sabe porque el ahora fallecido lo había denunciado de un cuantioso fraude millonario.

La réplica lo sigue, ya que en el Congreso del Estado donde ocupa una posición regalada por el Gobernador, se ha cometido un fraude también millonario y casualmente la Fiscalía no ha hecho nada para dejar en claro quien lo cometió. Así se las gastan en este gobierno.

Quirino Ordaz dejó una deuda millonaria cuando se fue del gobierno, fue premiado con una Embajada y todo ello le sirvió para que su exjefe de asesores lo dejara impune de todo el desorden que resolvió el Congreso del Estado para no mandarlo a la cárcel, porque el destino para el mazatleco era recluirlo en la penitenciaría del Estado.

Feliciano Castro declara mucho en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quiere distraer la atención de una Fiscalía miope, porque no quiere ver algunos pendientes que tiene como el de retomar las investigaciones de ese homicidio en perjuicio de Atilano Román y del robo millonario en perjuicio de las finanzas del Congreso. Quizá le apuestan a que el delito prescriba, como sería natural en la Fiscalía.

Hay homicidios que les tiene miedo la Fiscalía como es el caso de Juan Miguel Silva Alvarado conocido como “El Boxer”, que el mismo día que fue nombrado como Subdirector de la Unidad Preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán, fuera asesinado cobardemente. La Fiscalía debe conocer muy bien cómo resolver ese delito.

El homicidio de Luis Enrique Ramírez, que ocasionó reacciones furiosas del gremio al que pertenecía muy rápido se enfriaron esas protestas y dejaron de exigir a la Fiscalía el esclarecimiento de ese crimen. Por ahí se presentó una supuesta responsable, pero les pegó en la cara porque resultó que no tenía al parecer ninguna culpa en los hechos.

Un homicidio que fue repudiado de manera abierta contra el gobierno fue el de Rosario Lilián Rodríguez, que dedicada a la búsqueda de su hijo Fernando Abizaid Ramírez Rodríguez, víctima de los numerosos levantones sin esclarecerse, fue privada de la libertad en La Cruz de Elota y poco después fue encontrada asesinada.

Otro no menos importante es el del Lic. Enrique Ávila, asesinado de manera atroz sin que la Fiscalía haya llevado su esclarecimiento para castigar a los culpables, la UAS sigue esperando respuestas ante la artera criminalidad que azota al Estado.

Muchos son los delitos que tiene registrados en la Fiscalía Estatal sin esclarecer y todavía se atreven a informar que la estadística delictiva particularmente los homicidios registran un descenso de hasta un 18 por ciento. Esa blasfemia fue escuchada en lo que se le informó al Presidente de la República en la reciente visita a Sinaloa.

La Fiscalía Estatal, ha sido un instrumento de represión del Gobierno del Estado que no ha descansado para integrar carpetas de investigación en contra de funcionarios universitarios como el Rector Jesús Madueña Molina, el Abogado General y los miembros del Comité de Adquisiciones de la propia Institución, aunque se estén bañando en el lodo con tantos homicidios que se cometen y que no los resuelven.

Tiempo para proceder contra los trabajadores universitarios les sobra, porque es la mejor forma de esconderse de las investigaciones de los homicidios que pueden quemarlos y no solo eso, sino achicharrarlos por las implicaciones que tienen.

Tienen a toda la Fiscalía persiguiendo universitarios y los homicidas tranquilamente levantan y asesinan sin el temor de ser castigados. El temor de la Fiscalía es evidente, le sacan la vuelta al delincuente organizado y le entran con todo a la Universidad Autónoma de Sinaloa. Muy grande debe ser la complicidad para dejar al delincuente impune ¿Feliciano Castro?

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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