¿DERECHO A INJURIAR O PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Nadie tiene el derecho de invadir la privacidad de los particulares porque esa insensatez deberá ser sancionada.

¿Desempeñar la actividad periodística autoriza a quien la ejerce a atropellar los derechos de los particulares? ¿La investigación periodística permite traspasar las fronteras entre lo permitido y lo prohibido?

Adrián López Ortiz ¿hasta dónde se le imponen límites para difundir con plena libertad notas que pueden o no ser informativas relacionadas con la actividad periodística?

Recuerde que el artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es muy claro y preciso, cuando dice lo siguiente: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público…”

Nadie le discutiría el ejercicio de la actividad periodística a la empresa que usted representa, o sea el “Periódico Noroeste” si la información que difunde es veraz, objetiva, profesional, imparcial y apegada a principios éticos. No pretenda confundir el periodismo con la falsedad y se aparte de la verdad que es uno de los elementos en los que descansa la ética y la objetividad periodística.

El mandato constitucional prohíbe que no solo no se ataquen los derechos de terceros, sino que impone como natural prohibición que se invada la esfera privada de las personas, un derecho que a usted y a la empresa que representa les está vedado aun cuando se quiera escudar en una supuesta actividad o periodismo de investigación.

Difundir información falsa es atentar contra el derecho privado de las personas, en este caso del Dr. Jesús Madueña Molina y su familia, porque la información difundida por usted y el periódico que representa expone la moral púbica y familiar del aludido. Su nota destruye toda presunción de inocencia en lugar de abanderarla, y la convierte en una información constitutiva de delito.

Adrián, ante el reproche recibido por esa versión apartada de la verdad y que daña la honorabilidad de personas y a una familia dedicada al trabajo, porque esa fue la intención, no sería usted la parte ofendida sino las personas que pretendió afectar haciendo uso de un supuesto derecho periodístico. Quien ejerce el periodismo dignifica la función y no la enloda por intereses económicos o políticos.

Un periodista de igual forma debe estar expuesto a la investigación de lo que escribe, sería catastrófico que por el solo hecho de decir que se ejerce la actividad periodística se vuelvan inmunes a la crítica.

La empresa periodística que edita el periódico noroeste está obligada a contrastar su información antes de hacerla pública. No debe prestarse a pagar favores por compromisos económicos entre el gobierno del Estado y la empresa que usted representa.

No quebrante Adrián el código deontológico del periodista. Sea respetuoso de la veracidad, de la objetividad, de la legalidad, de la ética y el profesionalismo en el ejercicio virtuoso de informar a través del periodismo. Dignifíquenlo.

No soy periodista, solo expongo algunas opiniones en razón del derecho que me concede nuestra Carta Fundamental del País. No violen derechos de la vida privada de las personas. El Dr. Jesús Madueña Molina y su familia merecen respeto. Las diferencias políticas con el gobierno del Estado no deben ser catapultadas por el periódico que usted representa, porque lo degrada y se convierte en cómplice de la ilegalidad.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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