¿DESAPARECE LA CNDH?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Una insensatez de Rosario Puedra Ibarra la desaparición de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para crear la Defensoria Nacional de los Derechos del Pueblo.

Se ha sostenido en este espacio de opinión que cuando arriba un o una bastarda al posiciones de gobierno, lejos de llevar confianza a la ciudadanía inspira recelo y desconfianza.

Rosario Piedra Ibarra fue nombrada Presidenta de la CNDH sin siquiera reunir los requisitos para ejercer ese cargo. La consigna presidencial para que fuera nombrada fue ejecutada por la mayoría morenista y sus aliados en el Senado.

Una persona que sin reunir los requisitos legales es una total y absoluta ignorante de la misión del Ombudsman nacional.

No es extraño admitir que ahora que el País se militariza se considere inútil que la CNDH siga existiendo.

La razón de ser de ese defensor del pueblo es precisamente poner un obstáculo al autoritarismo gubernamental y la defensa de las personas vulnerables contra las arbitrariedades del gobierno esencialmente en las policías y los militares.

Piedra Ibarra es parte de una familia afectada por la arbitrariedad e ilegalidad de un gobierno que muy poco hace para inspirarnos confianza.

El fenómeno de las desapariciones forzadas de personas no excluyen a las policías y militares, porque son las fuerzas del gobierno que aparecen en un orden de prelación sumamente peligroso.

Piedra Ibarra, ¿quiere dejar manga ancha a la arbitrariedad militar ahora que le han encargado asumir su papel de policía?

Lo cierto es que hay que tener mucho cuidado sobre todo los partidos políticos que conforman la alianza opositora a Morena para que detengan cualquier intento de desaparecer una institución creada precisamente para imponer una barrera defensiva a los actos ilegales y abusivos de un gobierno que se encamina a la militarización de las instituciones, y un riesgo inminente de que los derechos ciudadanos queden desprotegidos.

No hay razón para desaparecer al defensor del pueblo. Es un imperativo que la CNDH vuelva a su misión constitucional de señalar a las autoridades violadoras de los derechos humanaos. Las masacres ciudadanas están a la vista y el gobierno a través de las mañaneras responsabimizan a las víctimas del crimen organizado de que los males que les ocurre es de su propia responsabilidad.

Todo queda claro. Al Presidente le estorba que el pueblo no se informe de lo que hace el gobierno por eso quiere desaparecer al INAI, no quiere que la SCJN exhiba la incapacidad para investigar que lleva a jueces y ministros a liberar a delincuentes porque lo que hace la FGR es una basura de actuaciones porque no hay policía civil capacitada en México porque la sustituyeron con soldados y las detenciones que se realizan están fuera de toda legalidad en su gran mayoría, y esa es la razón para llevar ministros a modo como la recién nombrada Lenia Batres sin carrera judicial y testaferra de Morena y del Presidente.

Urge que las organizaciones civiles se pronuncien, basta que el Presidente vaya avanzando en desaparecer las instituciones nacionales con el insano propósito de desterrar todo principio democrático e imponer su monarquía.

Cuando habla de desaparecer todos los organismos constitucionales autónomos es porque quiere concentrar toda la fuerza en su proyecto político dictatorial.

Estamos en buen momento para desterrar ideas antidemocraticas y absolutistas, México no es Venezuela tampoco Cuba, en nosotros está arraigado el nacionalismo democrático e inspirados en una base constitucional de respeto y de instituciones.

Hagámosla respetar.

Desaparecer la CNDH sería una ofensa a la memoria de una distinguida sinaloense defensora de los derechos humanos. La Dra. Norma Corona. Su lucha contra los abusos del poder es el mayor compromiso del Estado mexicano para honrar la defensa de los ciudadanos ante la arbitrariedad gubernamental.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted que opina?

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