Día de la Juventud: ¿Qué piensan y qué les preocupa a los jóvenes de México?

Ana Karen García

En México viven poco más de 31 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años. Sus preocupaciones se centran en su futuro laboral y en las condiciones de inseguridad del país; al mismo tiempo están comprometidos con construir nuevas formas de ver el mundo.

«Lo que más me gusta de México es vivir aquí, pero, al mismo tiempo las condiciones de vida son lo que más me preocupa del país. Tal vez en la Ciudad de México no se vive tanto, pero en otros estados se vive con más miedo», dice María Fernanda Pérez, una estudiante recién ingresada a la Escuela Nacional Preparatoria 4 de la UNAM.

Por su parte, Estefanía Hernández también encuentra su preocupación más grande en temas de seguridad. Es abogada y litiga casos en material civil y familiar desde hace dos años. Y asegura que » México avanza en muchos aspectos, pero la inseguridad y la violencia no ceden, como si fueran parte del ADN (del país)».

La inseguridad es la tercerca preocupación más mencionada por los jóvenes en el país, de acuerdo con un ejercicio estadístico realizado por el Centro de Opinión Pública (COP) de la Universidad del Valle de México en alianza con Expansión.

Aunque ambas jóvenes, María Fernanda de 16 años y Estefanía de 27, consideran que los retos del país son grandes en temas de seguridad, también reconocen que México vive una etapa emocionante de cambios sociales y políticos. Y que los jóvenes son pieza fundamental en este camino.

Desde 1999, cada 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud con el fin de reconocer la importancia de los y las jóvenes en la acción global económica, social y cultural e integrarlos en las esferas pública, privada y civil.

En México la población joven —de 15 a 29 años—asciende a 31 millones de personas que representan cerca del 28% de la población total, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).

Carlos Pichardo también pertenece a estos 31 millones de jóvenes en México. Él llegó hace tres años a la Ciudad de México para estudiar Ingenieria Industrial, dejando atrás su natal Obregón, Sonora. Es líder estudiantil en su institución académica y está convencido de que la acción juvenil puede cambiar las realidades de las próximas generaciones.

El monstruo llamado mercado laboral

Una de las principales preocupaciones de los jóvenes es dejar de serlo. Tanto María Fernanda, como Estefanía, Carlos y muchos jóvenes más están preocupados por entrar al mercado laboral, tener remuneraciones que alcancen, poder independizarse, ahorrar, viajar y llegar a tener un retiro digno.

Según un informe sobre el acceso al trabajo de la OCDE, en México y toda Latinoamerica los jóvenes tienen trabajos menos productivos, más inseguros y de menor salario que los de jóvenes en el resto de los países del grupo OCDE.

«El mercado de trabajo puede ser muy cruel, algunos de mis colegas de la universidad llevan meses buscando trabajo; a veces encuentran pero con sueldos que no te permiten tener una vida tranquila. Espero que al egresar tenga más suerte», dice Carlos que está a dos años de terminar su carrera.

Se estima que de la población joven extendida cerca de 16 millones no tienen un trabajo digno; ya sea por las remuneraciones, por la condición de informalidad, por la extensión de las jornadas o por el acceso a prestaciones básicas.

Para María Fernanda, quien apenas comienza su camino en la educación preparatoria, el mercado laboral es como un «monstruo» del que sabe mucho y, al mismo tiempo, no sabe nada.

«Tengo mucha ilusión porque entré a la UNAM y estudiaré mi carrera ahí, pero tengo miedo de salir y no encontrar trabajo, como algunos de mis primos o conocidos. Me da un poco de miedo que no pueda salir pronto de casa de mis papáso que no pueda cumplir otros sueños», dice María Fernanda.

Las nuevas formas de ver el mundo
Otro de los puntos de encuentro entre los jóvenes es que, a pesar de los grandes retos que enfrentan en materia laboral y económica, han logrado construir nuevos entendimientos sobre lo que ocurre a su alrededor.

«Yo crecí en una familia muy católica en la que mi mamá, por ejemplo, no tuvo muchas oportunidades para decidir lo que quería hacer con su vida. Todo se trataba de lo que se esperaba que hiceras, como casarte o tener hijos. Yo siento que la lucha de los jóvenes sí está cambiando eso. Mi hermana y yo entramos a la UNAM, podemos estudiar una carrera y no tenemos que pensar en hacer una familia porque ahora podemos pensar en ser profesionistas», dice con ilusión María Fernanda en entrevista con El Economista.

También cuenta que, aunque ella todavía no puede votar, sí se interesa en la política. «Nos tocó la ventaja de tener más información a la mano, poder cuestionar más cosas y ver distintas opiniones. Aunque no todo es real en redes, sí ayudan mucho porque se pueden formar posiciones políticas o al menos tener una noción de lo que pasa».

Carlos, por su parte, dice que «los jóvenes de ahora están construyendo una nueva forma de ver el mundo, con menos odio, más empatía y menos estigmas». Considera que sin importar si la ideología es de izquierdas o de derechas, en general las nuevas generaciones están buscando romper algunos paradigmas.

«Pues tal vez sí somos la generación de cristal y no es necesariamente malo. Los jóvenes ya no queremos tolerar la violencia, la discriminación o las desigualdades, buscamos mejores condiciones de vida y no creo que eso esté mal», dice Carlos Pichardo.

En este sentido, Estefanía Hernández dijo que «las generaciones de ahora somos menos de juzgar lo que hacen los otros; pienso en el aborto o en la diversidad sexual, es como respetar lo que la otra persona quiere hacer con su cuerpo, con su tiempo y con su dinero».

¿Cómo son los jóvenes en México?

De los 31 millones de jóvenes mexicanos el 51% se identificó como mujer y el 49% restante hombre.

La mayoría de las personas entre 15 y 29 años se encuentran solteras, lo que se alinea con tendencias demográficas como un menor número de matrimonios, un número mayor de hogares individuales y menos hijos promedio por mujer.

El 73% de los jóvenes están solteros; 17% se encuentran viviendo en unión libre; 8% están casados y el 2% restante corresponde a quienes dijeron estar separados, divorciados o viudos.

Dentro de la población joven se observa que 15.9 millones de ellos se encuentran realizando alguna actividad remunerada. Este nivel es casi el total de los jóvenes que son económicamente activos (16.7 millones).

El resto de jóvenes económicamente inactivos corresponde a todos los que todavía están estudiando, que se dedican a tareas del hogar no pagas o que tienen alguna otra condición que les impide ingresar al mercado laboral.

También te puede interesar