EBULLICIÓN CRIMINAL IMPARABLE EN SINALOA
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
La inseguridad pública es y ha sido el talón de Aquiles en Sinaloa. La impunidad es otro de sus graves problemas. La Fiscalía es una farsa.
Sinaloa, fue uno de los estados con mayor índice de levantones en el 2023 ya que de las 11,923 víctimas de ese flagelo criminal, un gran porcentaje corresponde a esta entidad federativa y, si no, que le pregunten al Consejo Estatal de Seguridad Pública.
La privación ilegal de la libertad es un riesgo para todos. Culiacán, fue escenario de el pasado mes de enero de un hallazgo escalofriante al encontrarse varios cuerpos humanos sin vida y con evidentes huellas de tortura.
Lo que molesta a los sinaloenses es que las autoridades de prevenir y combatir el crimen no cambian su discurso. Siempre se declaran héroes en la ofensiva contra la inseguridad, pero los delincuentes cometen sus fechorías y las autoridades no reaccionan para su detención y castigo. Se les escapan.
Las ciudades, pueblos y rancherías ya no aguantan a los delincuentes, pero las autoridades hacen como que no escuchan y se vuelven ciegos ante los desfiles de sicarios criminales. Las autoridades municipales, ya alzaron la voz de que en sus comunidades han aparecido una horda de criminales para amenazar a los electores para que su voto favorezca a los candidatos de su elección.
Los levantones han crecido en un veintiuno por ciento en los últimos doce meses. La Fiscalía Especializada para la Desaparición Forzada de Personas no ha cumplido con la misión que le fuera impuesta. No porque el Titular sea una persona impreparada, sino que a la Fiscalía no le interesa confrontar criminales porque corre el riesgo de que también levanten a su titular.
Perseguir universitarios es más seguro y se aparta de los riesgos que le acarrea perseguir a criminales de la delincuencia organizada. El ejército de facinerosos es mucho más numeroso que la corporación estatal o municipales y de la propia Fiscalía. No se han preocupado de formar nuevos policías y rehacer sus estados de fuerza policiales.
No sean falsos y reconozcan que la percepción de inseguridad es muy alta en la opinión de los sinaloenses. No maquillen cifras y apéguense a los números de delitos que se cometen y que no se resuelven. Lo peligroso es que en los levantones se presume que participan elementos de corporaciones de policía.
Otro silencio que extraña es el de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, parece ser que su titular prefiere permanecer alejado de los reflectores y de preguntas periodísticas, de lo que se está haciendo en Sinaloa para detener la ola de crímenes que diariamente se cometen, en perjuicio de los derechos humanos de los sinaloenses.
Para perseguir uaseños destinan un número considerable de fiscales que no hacen otra cosa que fabricar delitos para tender una cortina de humo a la persecución política que lleva a cabo el gobierno del estado contra las autoridades de la UAS.
Ya se dio el primer paso, el Gobernador ya se sentó en una mesa de negociación en la Secretaría de Gobernación, con el Encargado de Rectoría ante la ausencia temporal del Dr. Jesús Madueña Molina, Rector Titular, no porque ese haya sido su interés sino porque se lo ordenó el Presidente de la Republica.
No hubo avances, pero ya se leyeron el rostro con las miradas que se dirigieron al estar compartiendo mesa y de frente ante Luisa María Alcalde, Titular de la Secretaria de Gobernación.
Es mucho lo que habrá de hacerse todavía en la defensa de la autonomía universitaria en lo jurídico como en las movilizaciones de la comunidad universitaria rosalina. El triunfo está muy cerca. El gobierno del estado lo sabe y por ello ha querido seguir golpeando a la UAS. A los universitarios les queda mucho oxígeno para seguir combatiendo.
La ebullición criminal es imparable, las distracciones en la investigación criminal son muy altas y los resultados nulos, pero lo que más importa es la determinación universitaria de luchar con fuerza y coraje contra los intrusos violadores de la autonomía universitaria. El triunfo rosalino está muy cerca.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?
