El brillo de la UAS en el escenario mundial

David Uriarte  

En el mundo hay poco más de 25 mil universidades, en el ranking mundial aparecen como las 10 mejores la Universidad de Oxford, en Reino Unido; la Universidad de Harvard, en EE. UU.; la Universidad de Cambridge, en Reino Unido; la Universidad de Stanford, en EE. UU.; el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), EE. UU; el Instituto de Tecnología de California, en EE. UU; y la Universidad de Princeton, en EE. UU.

Ayer, un ranking de universidades creado por una institución británica destaca a tres universidades mexicanas dentro de las mejores de Latinoamérica, así lo dio a conocer el portal de noticias de Excélsior:

-México ha tenido presencia en cuanto a las más selectas de la zona latinoamericana, aunque en la reciente clasificación 2023 presentada por Times Higher Education sólo tres de nuestro país se encuentran dentro de las mejores 20 de la zona-.

La relación de universidades mexicanas según este estudio sólo incluye a tres: el Instituto Tecnológico de Monterrey (el conocido TEC de Monterrey); la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS); y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El TEC de Monterrey se ubica en el rango o grupo de 8001 a 1000; y la UAS y la UNAM en el grupo del 1001 al 1200 en la clasificación de las 25 mil.

En el grupo de la 1200 en adelante se encuentran universidades mexicanas como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Autónoma de Chapingo, y la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Aunque eventualmente el ‘malinchismo’ supera al regionalismo, los mexicanos y algunas de sus universidades destellan en el universo de la educación, la investigación y la ciencia. Es un privilegio que universidades como la UAS formen parte y estén en los primeros lugares de la lista, primeros lugares considerando que se evalúan más de 25 mil.

Sólo no ve el que no quiere ver, o bien en lugar de aplaudir la presencia de la UAS en los rankings mundiales, se dedican a denostar a las instituciones públicas y omitir o minimizar el trabajo de sus autoridades, especialmente a los rectores, que de alguna forma son la bujía que detona el prestigio de la institución.

El doctor Jesús Madueña, Rector de la UAS, necesita seguir trabajando y si es posible apretar el paso para no perder lo ganado y seguir cultivando resultados cuyo prestigio catapultan a la propia UAS, a Sinaloa y México.

La UAS en el escenario mundial brilla y tiene su lugar.

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