EL ESTADO SE ESTREMECE POR LA INSEGURIDAD

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Ni en los funerales dejan descansar a los difuntos. Las ambiciones salen y las quieren resolver a balazos.

Todo ese desorden en materia de seguridad se debe a la incapacidad de un gobierno para desarrollar una estrategia que evite que las familias no se vean expuestas por ese tipo de agresiones violentas con el uso de armas de fuego.

El armamentismo es una realidad. En Culiacán y en Sinaloa, transitan muchas personas portando armas de fuego en los vehículos y los únicos que no se percatan de esos hechos es la policía militar y la Guardia nacional. No menciono a las policías municipales y estatales porque es lo mismo. Complicidades e ineficiencia.

Es decepcionante, que la sociedad organizada guarde silencio y no se manifieste protestando por esos hechos que ponen en riesgo continuamente su seguridad personal. No son hechos aislados porque continuamente ocurren esas manifestaciones violentas y en las que generalmente mueren personas.

El gobierno se distrae terriblemente en sus funciones. Es fastidioso tener que soportar el uso de tiempos extraordinariamente necesarios para armar estrategias de combate a la inseguridad que perderlo en agresiones tontas como perseguir políticamente a las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuando el estado se deshace a pedazos por las agresiones delincuenciales.

Pagan marchas de protesta en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa utilizando a personas que no son universitarios y obligándolos a vociferar que en la UAS hay corrupción y que tiene que ser combatida. Servidores públicos de diversos municipios y del propio gobierno del estado, que fueron llevados a la Ciudad de México a protestar en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Una mancha espuria que quedó exhibida en todo el País por la torpeza política del gobierno de Sinaloa.

Parece que al gobierno del estado no le han respondido eficientemente las empresas editoras de comunicación que fueron contratadas con pagos millonarios y que no han podido revertir los estragos que viene ocasionando Radio-UAS en su programa Punto Universitario en sus diversas vertientes de análisis político en defensa de la autonomía universitaria de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

El gobierno del estado echa mano ahora de su Radio Oficial, Radio-Sinaloa, para despotricar en contra de la Casa Rosalina. Dinero público aplicado a finalidades subversivas que debe ser motivo de intervención de la Auditoría Superior del Estado, así como toda la inversión realizada en los traslados de contingentes que sin ser universitarios se prestaron al juego político sucio de sus cómplices en el gobierno.

La inseguridad crece a pasos gigantescos. La fiscalía y las policías entregados a la persecución política de los opositores al gobierno en funciones y todo por culpa de que la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa se mandó al cesto de los desperdicios al declararse inconstitucional por sentencia firme ya que era violatoria de la autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Los escurrimientos biliares son muy dolorosos, pero tampoco los hace reaccionar de que la inseguridad pone los pelos de punta a las familias sinaloenses, porque los delincuentes se están apoderando de la seguridad estatal, pero que importa eso, si el interés oficial, es perseguir a los enemigos políticos del sistema que gobierna.

¿Funcionarán los acuerdos pactados en la Secretaría de Gobernación? Aun con la vigilancia de los visitadores federales en el desarrollo de los procesos pénales ¿se apegarán jueces y fiscales a la legalidad exigida en esos procesos?

¿Se podrá avanzar en la reconciliación si las espadas procesales penden de las cabezas de cada uno de los directivos universitarios sujetos a esos procesos? Son cuestionamientos que deben formularse porque seguro que muchos universitarios pensarán lo mismo. Deberían analizarse crudamente esas circunstancias. Es una opinión.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

También te puede interesar