El naranja es el nuevo verde

Leo Zuckermann.

Declinar o no declinar, ésa no es la cuestión. Y no lo es porque no ocurrirá. Jorge Álvarez Máynez nunca abandonará la carrera presidencial para dejar sola, en la oposición, a Xóchitl Gálvez.

No lo hará porque no tiene ni un solo incentivo para hacerlo. Ni a él ni a su partido les conviene esta opción.

Máynez, como lo han rebautizado, está en el mejor momento político de su vida. La candidatura presidencial le cayó de rebote. Como Samuel García, gobernador de Nuevo León, decidió abandonar la competencia, Movimiento Ciudadano (MC) se quedó sin candidato y tuvo que recurrir a este cuadro poco conocido.

Ni en su sueño más guajiro se imaginaba Álvarez Máynez que tendría la exposición mediática que trae consigo una candidatura presidencial. Súmese a ello las eficaces y pegajosas cancioncitas publicitarias de Moisés Barba González. En este sentido, todo es ganancia para Jorge. De tonto abandona la competencia.

Pero, además, MC está jugando a mantener su registro como partido político, para lo cual requiere 3% de la votación nacional. Esto le permitirá seguir recibiendo el financiamiento público. Este año, MC recibirá nada menos que 646 millones de pesos por actividades ordinarias. Nada mal.

¿Por qué demonios declinaría Máynez en favor de Xóchitl poniendo en peligro el registro del partido con todo el dinero que eso implica?

No, a MC no le importa que la oposición le gane la Presidencia a Morena el próximo 2 de junio. Lo relevante es el interés personal de Máynez pero, sobre todo, el interés de este partido que se dice diferente, sin embargo es igualito a los demás.

Declinar no es una opción para MC. Lo único que hizo Alejandro Alito Moreno es exhibir a Máynez y compañía. El dirigente nacional del PRI —al prometer que renunciaría a la presidencia de su partido y candidatura al Senado en caso de que Máynez declinara a favor de Xóchitl— sabía perfectamente que el candidato presidencial emecista nunca aceptaría esta propuesta y quedaría expuesta la verdad.

¿Cuál?

Pues que a MC no le interesa destronar a Morena.

La pregunta es si existe un pacto implícito o explícito entre MC y el lopezobradorismo para dividir el voto opositor.

Yo soy de los que piensa que sí existe. No tengo evidencia empírica para sustentarlo. Es un asunto de puro olfato.

Me puedo imaginar perfectamente a Dante Delgado, fundador y caudillo de MC, llegando a un acuerdo con López Obrador. Ambos son expriistas de la vieja guardia y comparten la cultura política caciquil del sur del país. Durante años fueron aliados. Se conocen bien y no hacen nada que no les convenga a sus intereses.

El principal promotor de la candidatura de Samuel García a la Presidencia fue el presidente López Obrador. Todo con la intención de dividir el voto opositor. La jugada no le salió porque el PAN y el PRI utilizaron su poder en el Congreso neoleonés para amenazar a García: si se iba como candidato presidencial, ellos, que tenían mayoría en la Cámara de Diputados de Nuevo León, pondrían un gobernador interino que revisaría las cuentas del flamante candidato presidencial. Quién sabe qué cosas tenía que ocultar Samuel que prefirió renunciar a la competencia por la Presidencia para quedarse como gobernador.

Difícil pensar que, si PAN y PRI bloquearon a García, ahora MC decline a favor de su candidata presidencial. Al revés, toda esta historia dejó heridas que tardarán en sanar.

Declinar no es una opción para MC. Lo más que pueden hacer panistas y priistas es exhibir a los emecistas y llamar, como lo está haciendo Xóchitl, al voto útil de los electores de este partido.

Como el Verde a lo largo de su historia, MC está jugando con el partido en el poder para maximizar sus ganancias. En este sentido, Orange is the New Green.

Lo interesante es que también ya está en juego la candidatura de este partido para la Presidencia dentro de seis años. Muy inteligentemente, Luis Donaldo Colosio Riojas se ha mostrado a favor de la declinación del candidato opositor que tenga menos intenciones de voto en las encuestas después del tercer y último debate presidencial. Sabe que esto no va a ocurrir porque ni Dante ni Samuel ni Máynez están en esa tesitura. Y cuando ese partido quede en tercer lugar el 2 de junio, nadie en la oposición podrá tachar a Luis Donaldo de haber apoyado la estrategia de MC como esquirol de Morena y Sheinbaum.

Astuto el muchacho. Mucho más que Máynez, que acabará como un bufón de sonrisa falsa con tenis fosforescentes que se prestó a dividir el voto de la oposición. A lo mejor y le dan un huesito en la próxima administración.

Excelsior

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