El papel de las universidades ante el nearshoring

Claudia María Ramírez Culebro*

A partir de la crisis financiera en 2008 y comercial en 2009, quedó de manifiesto la inestabilidad de la producción a nivel mundial que dio origen al nearshoring o relocalización de las inversiones en las cadenas globales de producción (GPC por sus siglas en inglés) o lo que es lo mismo, “la reubicación geográfica de empresas hacia regiones o países cercanos a su mercado objetivo”.

Este fenómeno ha sido considerado por varios analistas como muy positivo para México porque puede representar mayor inversión extranjera directa y con ello, la creación de mayores fuentes de empleo, debido al costo de la mano de obra comparado con otros países y a la cercanía con Estados Unidos que disminuye tiempos y movimientos y reduce costos de transporte. Aunque cabría la posibilidad de analizar si se cuenta con la infraestructura y las condiciones necesarias para que estas empresas efectivamente se instalen aquí.

Ante este escenario, varios sectores están siendo impactados, incluida la educación superior, para la cual significa una gran oportunidad, ya que estas empresas necesitarán contratar a profesionistas que dispongan de los conocimientos y habilidades necesarios para insertarse en este nuevo entorno.

En esta línea, las universidades en México están adoptando diversas estrategias para hacer frente a esta tendencia, entre las que podemos mencionar:

a) adaptaciones a los programas de estudio que consideran las necesidades del mercado actual, especialmente de empresas que optan por el nearshoring, que puede incluir cursos especializados en tecnología, idiomas y gestión y cultura empresarial específica de los países donde se instalan estas empresas;

b) desarrollo de habilidades blandas o soft skills, tales como el pensamiento crítico, la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y el liderazgo, esenciales para que un profesionista pueda desarrollarse exitosamente en cualquier entorno laboral;

c) enfoque en habilidades interculturales y multilingüismo, debido a que el nearshoring implica interacción con equipos y clientes de diferentes culturas y lenguas se fomentan las oportunidades de inmersión cultural, intercambios estudiantiles y programas de aprendizaje de idiomas;

d) alianzas con empresas y organismos nacionales e internacionales, estableciendo asociaciones estratégicas en materia de investigación y desarrollo, programas de becas y prácticas y desarrollo conjunto de programas académicos;

e) flexibilidad en las modalidades educativas, adoptando modelos educativos más flexibles con opciones a distancia, blended-learning y oportunidades de educación continua y formación profesional;

f) creación de centros de innovación y emprendimiento, donde los estudiantes puedan desarrollar habilidades para la creación de empresas y colaborar en proyectos conjuntos y

g) promoviendo el nearshoring a través de campañas informativas hacia la comunidad universitaria sobre las oportunidades que ofrece, pero a su vez, creando conciencia sobre los impactos sociales, económicos y ambientales que puede provocar y formando a los estudiantes para enfrentar estos desafíos de manera ética y sostenible.

El reto está presente, el papel de las universidades ante el nearshoring es fundamental en la preparación de los futuros profesionistas y en la promoción de un desarrollo económico equitativo, consciente y sostenible.

*directora académica del departamento de ciencias de la educación UDLAP

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