“El respirador artificial de la UNAM fue pensado para comunidades aisladas”

Gustavo Medina Tanco, investigador del Laboratorio de Instrumentación Espacial de la UNAM, dijo que una respuesta rápida y eficiente frente a la pandemia de COVID-19 sólo es posible gracias a ciencia y tecnología generadas y acumuladas durante años.

El respirador artificial diseñado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que está en evaluación para ser usado en atención a pacientes graves con COVID-19 parece una caja de herramientas con ruedas porque fue concebido para ser llevado y usado en las comunidades más aisladas y vulnerables de México, no para instalarse en hospitales de alta especialidad.

Lo anterior fue explicado a Crónica por el doctor Gustavo Medina Tanco, científico argentino radicado en México, quien no sólo encabeza el proyecto de construcción del Respirador Artificial portátil de la UNAM sino que ya era conocido por ser líder del proyecto mexicano de robots exploradores que en 2021 se planea enviar a la superficie de la Luna.

El investigador del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM dijo que una respuesta rápida y eficiente frente a la pandemia de COVID-19 sólo es posible gracias a ciencia y tecnología generadas y acumuladas durante años.

El ventilador desarrollado en la UNAM, con apoyo de empresas y diferentes autoridades mexicanas, ya ha tenido tres rondas de pruebas en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y dos sesiones más de calibración en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ahora falta probarlo en modelos animales y obtener el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que pueda ser usado como instrumento de emergencia.

“Pensamos desde el principio en hacer un respirador portátil; que pueda caber en el baúl o cajuela de un vehículo para poder llevarlo a cualquier lugar; que mecánicamente pueda resistir a las vibraciones de ser desplazado por un camino de tierra y que pueda ayudar en municipios alejados”, dijo el científico egresado de la licenciatura en Física de la Universidad Nacional de Tucumán, en Argentina, y con grado de Doctorado en Ciencias por la Universidad de Sao Paulo, Brasil.

En 2006, Medina Tanco se mudó a México para laborar como profesor e investigador de la UNAM. Como parte de su recorrido académico ha conocido las regiones menos favorecidas de México pues ha visitado diferentes regiones para establecer el Laboratorio Nacional de Acceso Espacial (Lanae). En tiempos recientes este proyecto ha recibido apoyo, principalmente, de los gobiernos estatal y municipales de Hidalgo.

“Lo que nosotros nos preguntamos fue: ¿qué es lo que pasa con las personas que viven en los municipios si se contagian con COVID-19? Alguien podría pensar en que esto se soluciona trasladándolos a la ciudad más grande cercana, pero la realidad es que la mayoría de los pacientes llegan a las unidades hospitalarias con la enfermedad avanzada porque se ha documentado que ésta es una enfermedad que provoca una neumonía silenciosa en la que el paciente pasa varios días compensando la falta de oxígeno acelerando la respiración o haciéndola más profunda, hasta que llega un momento en que está recibiendo menos de 60 por ciento del oxígeno que requiere y ese día llega al hospital, pero directamente a ser intubado. Entonces, en muchos casos no se va a tener tiempo de sacar a un paciente de un municipio alejado y llevarlo adonde haya más infraestructura”, detalló.

DEL ESPACIO A LOS HOSPITALES

En el año 2021, la empresa privada estadunidense Astrobotic, lanzará una misión hacia la Luna, la cual llevará experimentos de otros países y de la NASA. En esa misión viajará el proyecto COLMENA, de la UNAM y la Agencia Espacial Mexicana, que dirige Gustavo Medina Tanco e incluye a nueve pequeños robots exploradores, además de un módulo de telecomunicaciones, telemetría y despegue, con una masa total de 500 gramos.

A lo largo de más de una década, el doctor Medina ha desarrollado tecnología de instrumentación para ser usada en el espacio, por ejemplo, colaboró en la construcción de una cámara de luz UltraVioleta, usada en la Estación Espacial Internacional y también ha participado en la elaboración de los nanosatélites ALACTIC, NannoConect y NanoSatMex.

Una pregunta lógica es ¿cómo pasó el doctor Medina Tanco y su grupo de investigación de planear robots para la Luna a elaborar un prototipo de respirador artificial para una epidemia que hace cuatro meses no se esperaba?

“Si algo positivo nos puede dejar esta triste experiencia de la pandemia de COVID-19 es que todos, autoridades y ciudadanos, nos demos cuenta de lo importante que es apoyar la ciencia, tecnología e innovación, y que no hemos valorado lo suficiente. Me refiero a todo el espectro de la ciencia, básica y aplicada porque cuanto los investigadores están haciendo ciencia de frontera no sólo estamos resolviendo una investigación para responder una pregunta específica. Al mismo tiempo desarrollamos recursos humanos y desarrollamos infraestructura que, al llegar una emergencia como la de hoy, dan a un país herramientas para enfrentar esos desafíos. Los problemas inesperados exigen que los países sepan reconvertirse y que sepan tomar decisiones tácticas y estratégicas basadas en el menor conocimiento”, explicó el también profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM que ha presentado el respirador portátil y de bajo costo, como una herramienta real que puede salvar muchas vidas en las regiones más aisladas y vulnerables de México y de otros países.

Por: Antimio Cruz Bustamante

CRONICA

También te puede interesar