Estrangulan economía de las Universidades para que cancelen jubilaciones dinámicas

Desde el 2018, al entrar en funciones el gobierno de la Cuarta Transformación, comenzaron los recortes “en cascada” de los presupuestos de las Universidades Públicas y a exigirles a sus autoridades no únicamente la aplicación de medidas de adelgazamiento de sus gastos, sino acabar de raíz con los “privilegios” de los universitarios, como los etiquetan los lopezobradoristas.

Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, se encargó de delinear la ruta de la 4T contra esos “privilegios”, específicamente contra las jubilaciones dinámicas, a las que el gobierno federal considera dobles prestaciones de retiro.

Precisó Concheiro: La condición del sistema de jubilaciones y pensiones es dramática. No hay una solución sencilla; la problemática no es sólo de las universidades, sino del conjunto del país. Hay algunas jubilaciones que son insostenibles, que fueron establecidas a partir de relaciones con los gobiernos de los estados, condiciones especiales, luchas de trabajadores, etcétera, que sin embargo hoy en día, y lo digo claramente, son insostenibles. En alguna universidad es mayor el gasto en los pensionados que en los trabajadores en activo. En este momento, las universidades públicas no pueden responder a los compromisos especiales de pensiones para todos los que tienen derecho. Teniendo en cuenta la edad que se jubilaron algunos compañeros y la jubilación dinámica amparada por la ley, adicional a la condonación de impuestos, estamos ante un esquema imposible de mantener. No hay dinero para solventar esas erogaciones.

El planteamiento es hacer una reestructuración a través del fondo sobre jubilaciones y pensiones –que vino en ceros este año (2019), por cierto– que permita que, por cada peso que pone cada trabajador, y otro que debería pedirse a la institución, se ahorren 43 pesos por cada peso en la reestructuración de los fondos de jubilaciones y pensiones. Está proyectado matemáticamente en el tiempo. Es una quita importante, así como de varios planes de pensiones, para que todo ello desemboque en una ley marco. Hay que decirlo, las universidades están en peligro…

La estrategia del recorte

¿Qué estrategia implementaría el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para terminar con las jubilaciones dinámicas consideradas por el gobierno de la Cuarta Transformación como un esquema imposible de mantener? Sencillo: el ahogamiento o el recorte financiero de las Universidades Públicas para obligar a las autoridades rectorales a terminar de tajo con lo que las autoridades de la SEP y la SHyCP llaman “privilegios”. Los trabajadores en retiro reciben la jubilación de la Universidad –a veces el salario completo como si fueran empleados en activo- y la pensión del IMSS o del ISSSTE.

La política del gobierno de AMLO tiene como objetivo “matar con cuchillo ajeno o prestado”, usando a las autoridades de las instituciones de educación superior para sean ellas las que cancelen las jubilaciones dinámicas para evitar que culpen al gobierno de la Cuarta Transformación de tomar tal medida, cuando en el fondo los recortes y el “estrangulamiento” de las Universidades llevan ese propósito: acabar con esa prestación universitaria.

Luciano Concheiro fue más preciso todavía. Dijo: Lo que percibo es que hay un desconocimiento de las políticas que llevamos a cabo; no se está escuchando, quizá no lo estamos comunicando bien en la Subsecretaría de Educación Superior, quizá no están claras, pero lo cierto es no se están viendo en su conjunto, y las criticas están dominadas por un pensamiento heredado del neoliberalismo, digamos, que todo se resuelve con más dinero. Eso es asombroso, pero tenemos esa impronta: “no se puede cambiar porque no hay dinero”.

Ataques contra las UPEs

Para que la culpa de los recortes recaiga en las autoridades Universitarias, el gobierno de la 4T apoyado por algunos medios, se encargan de difamar a las autoridades de las Universidades Públicas Estatales. Socializa o difunde la posible corrupción o el supuesto saqueo de las instituciones, a contracorriente de los resultados de las auditorías practicadas por la Auditoría Superior de la Federación y las Auditorías Estatales, las cuales no arrojan daños patrimoniales ni desvíos de recursos. Pese a ello se ataca con saña a las Universidades.

En todos los estados es el mismo sonsonete: que las cosas no le salen bien a tal o cual rector; que hay opacidad en las Universidades, que tienen deficiencias en sus portales de transparencia y de que no hay dinero que les alcance; que deben al SAT, el agua y la luz y que sus autoridades no han pagado ni siguiera el acta de fe de bautizo; que antes los rectores doblegaban gobiernos estatales y federales, que las Universidades aprendieron a gastar sin responderle a nadie y cuando algún gobernante se atrevía a amenazarlos con revisar sus cuentas sacaban la bandera de la autonomía y advertían con alborotar a los estudiantes.

Y sin tapujos divulgan que desde que llegó al poder el presidente Andrés Manuel López Obrador les dejó claro a todas las universidades que se había acabado la fiesta y desde entonces los recursos se han ido recortando y de que en la 4T no valen las manifestaciones, pues “recordemos que esa es la especialidad de los morenistas, y resulta más fácil que Morena consiga alebrestar a los estudiantes”

No valen para quienes intentan “tronar” a las Universidades Públicas y cancelar las jubilaciones dinámicas el resultado de los arqueos a las instituciones de la Auditoría Superior de la Federación ni de las Auditorias Estatales. La consigna es generar una mala imagen para que la sociedad y orientar a los propios universitarios para que culpen de los recortes a las autoridades Universitarias. Esa es la intención.

Se olvidan en su afán por “joder” a las Universidades Públicas Estatales que la autonomía de la cual gozan es perfectamente compatible con la rendición de cuentas, que se da en el Consejo Universitario, en las instancias de la ASF, la ASE, la SHyCP y la sociedad civil; es más, la autonomía es una palanca indispensable para robustecer el principio de autodeterminación y autogestión que la Constitución les otorgó para asegurar el libre desarrollo de sus tareas, tanto académicas, como culturales. Autonomía sin rendición de cuentas es un privilegio inaceptable, que está reñido con la naturaleza misma y la función pública de las universidades, que queda claro.

Posible paro nacional

La Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, consideró posible convocar a un paro nacional ya que la Federación les respondió que no habrá recursos extraordinarios para apoyar a las universidades que están en crisis financiera y que no tendrán para el pago de salarios y prestaciones de las quincenas de octubre, noviembre y diciembre, jugada que se realiza para que las Instituciones Educación Superior cancelen las jubilaciones dinámicas para que cumpla únicamente con el pago obligatorio a sus trabajadores en activo.

Enrique Levet Gorozpe, dirigente nacional de la CONTU, explicó que si bien es cierto en este momento son 10 las universidades que están en una situación de urgencia, de no mejorar los subsidios por parte del gobierno Federal, a través de fondos extraordinarios, para el 2024 serán 35 las universidades que enfrenten la misma situación de crisis económica.

En ese sentido, informó que el jueves 15 de octubre se llevará a cabo una asamblea general de la CONTU de manera virtual, en donde se fijará una estrategia, así como las acciones que consideren más convenientes para resolver este problema.

“No descarto (el paro) porque la situación de este año es más complicada que la del año pasado. Hay universidades que tienen problemas serios y no hay una respuesta positiva para la solución de los problemas de las universidades, entonces esto nos lleva a repensar las estrategias, sobre todo por la pandemia, decidir qué sería lo conveniente”, abundó.

Levet Gorozpe enfatizó que la CONTU seguirá privilegiando el diálogo hasta el máximo, pero al sentir que se agote dicho recurso, tendrán que recurrir a otro tipo de medidas que les permitan salvar esta situación.

Expuso que durante la reunión celebrada el pasado martes con el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, le expusieron el panorama de las universidades, pero su respuesta fue que no había recursos.

“Nos dijo que los recursos deben buscarse en los gobiernos de los estados y que deben ser los gobernadores los que deben resolver los problemas deficitarios de las universidades, que la Federación no tiene recursos y, sobre todo, se entiende que, en estos momentos en donde no hay posibilidades de financiamiento federal, no se cumplirá con la gratuidad y la obligatoriedad para recibir educación superior de tantos jóvenes que aspiran a una carrera universitaria”, lamentó.

POR TIERRA

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