Fabrican falsa “auditoría” 2019 para desprestigiar a la UAS

Concluyeron las auditorías federales 2018 a la Universidades Públicas Estatales. Los arqueos contables del 2019 están pendientes de practicarse.  

Los cómputos o inspecciones administrativas del 2019 fueron programados en febrero del 2020, pero los varó la pandemia del coronavirus.  

Por la plataforma digital, David Rogelio Colmenares Páramo, titular de la Auditoría Superior de la Federación, acordó con los rectores de las Universidades a llevar a cabo las investigaciones contables de manera digital y realizar verificaciones presenciales cuando salte alguna duda. 

Sobre el ejercicio 2018, la Auditoría Superior de la Federación no encontró en la Universidad Autónoma de Sinaloa daño patrimonial, ni derroches, ni desfalcos ni saqueos y diagnosticó que la aplicación del gasto se apegó a las normas de disciplina financiera. 

Colmenares validó el ejercicio administrativo-universitario del Rector Juan Eulogio Guerra Liera. Las cuentas claras ahí están, investigadas y transparentadas por el máximo órgano auditor del estado mexicano: la ASF 

La auditoría 2019 aún no se practica. 

El arqueo “fantasmal”  

Al final de la semana pasada, sobre la UAS se enderezó una nueva mentira:  

“Que en el presupuesto de la UAS 2019, en la ‘investigación contable’ de este año, la Auditoría Superior de la Federación ‘recibió’ un señalamiento hacia la Universidad Autónoma de Sinaloa y al Sindicato Único de Trabajadores Universitarios por ‘posible desvío’ de recursos federales”. Eso es falso de toda falsedad. 

“Que es ese señalamiento ya se contempló como denuncia y se encuentra en el informe entregado a la Cámara de Diputados el pasado marzo. Las cuentas públicas señaladas corresponden a las del ejercicio de 2019, de acuerdo a la denuncia”. Es igualmente falso de toda falsedad. 

La mentira circuló a granel sin fuente de origen con el rango de “denuncia periodística” basada en una auditoría “patito” no practicada a la UAS: la del 2019.  

En la Universidad nadie se espantó de la versión apócrifa, pues es la misma cantaleta de siempre: manejar un arqueo falso, inventado, elucubrado, para intentar desprestigiar a la Universidad, alimentando mentiras en las redes digitales con el propósito de desestabilizar al alma mater y cancelar su proyecto académico y administrativo. 

Oposición a las jubilaciones 

El enésimo ataque contra la UAS proviene de grupúsculos externos que intentan socavar la autonomía universitaria y minar su bien ganado prestigio.   

Desde afuera pretenden generar al interior de la UAS un clima de confrontación usando falsedades, alimentando así los planes de personajes políticos o de atomizados grupos de jubilados que sin vida universitaria activa quieren influir en la toma de las decisiones de la máxima casa de estudios. 

En la asonada contra la UAS figuran personajes que “reventaron” el Fideicomiso Pro-Jubilación, el cual garantizaba por espacio de 20 o 25 años el pago de la jubilación dinámica a alrededor de 5 mil trabajadores en retiro. 

El nuevo plan de los grupúsculos antiUAS es intentar fabricarle una mala imagen al alma mater para que el gobierno federal recorte el presupuesto 2021 a la institución y no cuente con recursos para pagar las jubilaciones dinámicas.  

Pero el resultado de la última auditoría federal, la del 2018, arroja que no hay despilfarros ni desfalcos ni irregularidades graves en el alma mater.  

La auditoría federal del 2019 aún no se practica 

Pandemia y recortes 

A la UAS se le recortó, “proporcional” al índice inflacionario, el presupuesto 2020. También se le escamoteó y negó el apoyo financiero de 400 millones de pesos para el cierre del ejercicio 2019, cantidad que impactó en el ejercicio del subsidio 2020. 

Motivo de la pandemia del coronavirus la federación ha recortado también algunos programas federales universitarios.   

Sin embargo, ni el impacto del recorte, ni el incumplimiento de la promesa de apoyo financiero del 2019 ni la pandemia han paralizado a la Universidad. 

El diagnóstico real ofrece la lectura de que el rector Juan Eulogio Guerra Liera, en medio de la crisis, ha convertido a la casa rosalina en la Universidad de la Esperanza, sin perder la percepción de la realidad.  

Y la realidad es que la UAS enfrenta un crucial reto que es probable que se agrave en el 2021: la falta de recursos.  

Contra reloj, así, el rector Juan Eulogio Guerra Liera trabaja en un plan de reingeniería económica-financiera de gran calado, que se distinga por su austeridad, transparencia y sana administración y convoca a todos los universitarios, activos y jubilados, a mantener la unidad y a no bajar la guardia ante las adversidades. 

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