¿GOBIERNO HUMANISTA O AUTORITARISMO GUBERNAMENTAL?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Dedicar tiempos excesivos en la persecución política de autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es terrible y decepcionante. Deshumaniza y deshonra.

Se elige a una señora con grado doctoral para presidir el desino de millones de mexicanos, pero encontrará gobiernos estatales autoritarios y deshumanizados que, aunque también con grados académicos similares están muy lejos para tener aptitud para gobernar. Despiadadamente soberbios y arbitrarios.

Atacar a una institución de educación superior como la Universidad Autónoma de Sinaloa, es un insulto al conocimiento a la razón y a la sociedad, porque la educación que imparte es de calidad y con reconocimientos nacionales e internacionales.

La Presidente electa, de ello, ya estará de sobra informada de lo que hace y es la Universidad Autónoma de Sinaloa en el terreno educativo. Sigue siendo la más solicitada, y el ejemplo está en la reciente evaluación para el ingreso a la Institución Rosalina, en el que alrededor de sesenta mil nuevos aspirantes al bachillerato y licenciatura, vivieron una auténtica fiesta de emociones por haber elegido a la UAS como la Casa de Estudios que se encargará de guiarlos en su formación académica y profesional. En esa expresión motivacional participaron numerosos Padres de Familia que orgullosamente acompañaron a sus hijos a esa demostración lucha y pasión para asegurar su ingreso a la Universidad de los sinaloenses, la UAS.

El conflicto Estado-UAS, es un ingrediente peligroso porque perjudica la educación de calidad que se imparte en la UAS el gobierno quiere verla vencida e incapaz para que siga a la vanguardia en la formación profesional de los sinaloenses. El odio en su contra se demuestra continuamente.

No se desconoce que esa situación provoque deserciones de estudiantes e incluso dañe emocionalmente a muchos de ellos, por la forma tan vil y cobarde en que se comporta el gobierno con una institución educativa como la UAS. Puede más el coraje y el revanchismo político que la formación educativa de los hijos de los sinaloenses.

Hay carencias, pero no desanimo. Hay ataques, pero con la frente en alto se resisten y se les derrota. Se tiende la mano como un gesto amigo y dispuesta al dialogo, pero en vez de tomarla se le rechaza, pero no habrá ninguna mueca ante esos desplantes autoritarios en aras de resolver el conflicto.

Es tanta la soberbia que el gobierno del estado se atrevió a rechazar la recomendación del Presidente de la República cuando dijo en su mañanera que son tiempos de reconciliación y que el gobierno debe resolver el conflicto con la Universidad Autónoma de Sinaloa, porque ya tiene mucho tiempo y se tiene que conciliar.

Resulta absurdo que un gobierno se conduzca con ofensas y mentiras y las haga públicas. La semanera sigue siendo, desde que fue rechazada la Ley de Educación Superior de Sinaloa, una tribuna de difamación y deshonra porque nada se ha probado de esos perversos hechos y delitos que se le imputan al Dr. Jesús Madueña Molina. La fiscalía ha fallado en sus engaños al Gobernador.

La legalidad está de parte de los universitarios y no solo lo dicen ellos, lo señalan las diversas sentencias constitucionales que desechan los delitos en contra del Dr. Madueña Molina por inexistentes, haciendo añicos también los autos de vinculación a proceso y las medidas cautelares arbitrariamente impuestas.

Sinaloa, es presa de un gobierno deshumanizado, un gobierno que está muy lejos de ser una entidad política donde no existe el respeto y a la honradez en la forma de gobernar. La UAS sigue cumpliendo y honrará la formación profesional de la juventud sinaloense. Los Padres de Familia tendrán en sus aguiluchos el reflejo de una Universidad celosa en seguir impartiendo esa educación de calidad que quedará cincelada en los corazones de sus hijos.

Numerosas luchas distinguen a la UAS, muchos le apostaron que sucumbiría, pero todos se equivocaron, hoy sigue mucho más fuerte y actuante que en ese pasado que no han sabido dignificar los que ahora gobiernan Sinaloa.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

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