GOBIERNO INDIFERENTE. SOCIEDAD CALLADA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Hoy apunto sobre algunos hechos que ocurren y que la sociedad no reacciona ya sea por indiferencia o por temor.

Cualquiera que sea el motivo no deja de ser grave, porque la seguridad de todos está constantemente en juego. Viene el lamentable y terrible accidente carretero en el tramo Culiacán-Mazatlán en el que pierden la vida veintidós víctimas y un número de lesionados que se espera puedan recuperarse.

Hasta la fecha no se ha precisado la causa de tan terrible hecho. Las versiones oficiales como ya es común son contradictorias. La sociedad se confunde porque desconoce si el accidente fue por imprudencia de los operadores de los vehículos participantes o si fue algún descuido del operador del autobús de la muerte.

La Guardia Nacional en los hechos paso desapercibida porque se hizo bolas ya que no supo que realizar para prestar auxilio de inmediato a las víctimas. Es la consecuencia de la decisión torpe de desaparecer a la Policía Federal en su división de Caminos, porque contaba con personal capacitado para intervenir de inmediato y con eficiencia en ese tipo de hechos.

El soldado vestido de policía siempre será un elemento fracasado en el ejercicio de la función policial para la que no está preparado. La necedad de no tener una policía civil profesional y capacitada ocasiona esas ineficiencias. Pero nadie reclama hay un silencio fatal.

Que el accidente fue por el pésimo estado en que se encuentra esa rúa insegura, no es de ahora, es un hecho que continuamente se le reclama al gobierno que exija a la concesionaria que le de el mantenimiento que requiera para darle niveles de seguridad para cientos de miles de usuarios que la utilizan. Los accidentes como el ocurrido es el resultado de esa omisión gubernamental, pero guardamos silencio.

Otro hecho que no deja de ser grave y que ha sido motivo de datos en este espacio de opinión, es la desaparición forzada de personas, un delito que debe merecer cuidado y ser atendido. Seguimos callados aun cuando continuamente nos informamos del hallazgo de fosas clandestinas con personas asesinadas o con restos humanos en las mismas.

El silencio social, permite que la libertad y la seguridad personal de cada ciudadano esté constantemente en riesgo. Un derecho fundamental que las autoridades no hacen nada para evitarlo, ya que ni en la propia casa la persona está segura menos en la calle donde tiene que transitar.

María Teresa Guerra Ochoa, Titular de la Secretaría Estatal de las Mujeres, dijo que en Sinaloa en el femicidio se trabaja con perspectiva de genero y que todos los casos se tipifican correctamente y que por esa razón el Estado aparece con cifras altas en ese delito. Una apreciación de ese delito muy desafortunada porque no basta que el delito se investigue con esa perspectiva, sino que debería decir la estrategia que se tenga implementa para que el feminicidio no se cometa y que esas altas cifras no sean las que adornen la repugnante estadística criminal estatal.

No hay trabajo coordinado en materia de seguridad, cada quien hace lo que se le ocurre e informa la estadística delictiva que mejor le convenga. Deberían las autoridades planear mejor su trabajo porque no lo están haciendo. Prefieren destinar el tiempo en confrontar ilegal y arbitrariamente a la Universidad Autónoma de Sinaloa y a sus autoridades que resolver los graves problemas que padece Sinaloa y que afecta demasiado los derechos ciudadanos.

Procesos penales contra el Rector Jesús Madueña Molina, Robespierre Lizárraga Otero y otros trabajadores universitarios, que han sido y siguen atropellándoles sus derechos, porque para ellos, al igual que muchas víctimas del delito en Sinaloa, no hay más justicia que la que ha ordenado el Titular del Ejecutivo. Persecución política Inmoral, violatoria de derechos humanos y arbitraria.

Si no hubiese persecución política, con la inconstitucionalidad de la Ley de Educación Superior, el gobierno debió haber desistido de continuar con los procesos penales a través del sobreseimiento de los mismos. Pero no, la ira ha segado cerebros y voluntades que lejos de desistir han arreciado la persecución. La defensa universitaria continúa. Los resultados que se esperan llegarán, solo es cuestión de tiempo. Mientras eso ocurre, que al gobierno se le desmorone a Sinaloa. 02 de junio no está lejos.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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