GOBIERNO SIN FIRMEZA POLÍTICA, DECEPCIONA Y DESHONRA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Un gobierno que no trabaja por la seguridad de sus gobernados es un gobierno que deshonra.

El plan estatal de desarrollo como documento vital en una administración gubernamental, le marca al gobernante los lineamientos para organizar el presupuesto, la ejecución de la obra pública y la adquisición de bienes y servicios. Un gobierno que desvía su función es indigno y rapaz.

La seguridad ciudadana es una misión esencial para que el estado y la sociedad se desarrollen y produzcan los bienes y servicios para progresar. La política gubernamental debe ser de orden y respeto a los derechos ciudadanos.

La fiscalización y sana aplicación de los recursos es un imperativo que aplica para todos. La rendición de cuentas da transparencia en lo que se hace y fortalece las instituciones, porque es garantía de honradez y confianza ciudadana.

Cuando el gobierno desatiende esa serie de objetivos, se vuelve autoritario y proclive a la ilegalidad. Desarmoniza el orden y el conflicto social se produce. Busca pretextos y aplica determinaciones que la más de las veces agravan las relaciones en los diversos sectores de la sociedad, provocando los indeseados enconos políticos.

Los intereses afloran cuando un partido o coalición de partidos políticos alcanzan el triunfo. Los acuerdos para determinar la forma de gobernar se guardan y sacan lo que mejor convenga al partido político ganador sin importar los reproches de los coadyuvantes para lograr el triunfo electoral.

El ganador aplica la llave maestra y ejerce un poder dominante atropellando los derechos de los partidos colaboradores minoritarios. La elección se obtiene con los votos y la cantidad que registre el mayor número en la preferencia de un partido político es quien ejercerá el dominio sobre los demás.

Algo así ocurrió en la elección del 2021 cuando el Partido Sinaloense participó en unión con el partido Morena y así fue como alcanzaron el triunfo para la titularidad de la gubernatura del estado. Rubén Rocha Moya resultó el ganador.

Lo ocurrido el 2021, es una historia que se ha repetido muchas veces. Lo cierto es que fue el preludio de lo que le ocurriría a Sinaloa y a la Universidad Autónoma de Sinaloa, poco después.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, otrora líder del Partido Sinaloenses, fue un personaje que le permitió consolidar el triunfo electoral a Morena y asumir el mando político estatal al Dr. Rubén Rocha Moya.

Lo que ocurrió entre el dirigente político-pasista y el Gobernador también ya quedó escrito en demasiados espacios electrónicos y de papel. Las diferencias llegaron hasta la Universidad Autónoma de Sinaloa.

La Universidad Autónoma de Sinaloa, trabajaba en paz y en armonía con su comunidad universitaria. Presumía sus logros académicos y los reconocimientos nacionales e internacionales por sus estándares de calidad en la educación que le toca impartir.

Pero llegan al recuerdo, situaciones desagradables. Esa calidad educativa universitaria incomodó al gobernante y planeó la forma de como apropiarse del control político de la institución. Crearon una figura maligna a la que le apodaron “Ley de Educación Superior de Sinaloa”.

Esa figura fue quemada en la hoguera constitucional porque era indigna y violatoria de la autonomía universitaria. Corrió la suerte que ya esperaba como aquellos brujos y herejes que fueron ejecutados por la inquisición.

El dolor de las heridas de la hoguera, lo quisieron apaciguar con procesos penales y difundiendo hechos que no han podido probar. La dirigencia universitaria rosalina, ha sabido defender su integridad y obtener a su favor el reconocimiento social.

No conformes, se dieron a la tarea de tapizar oficinas de gobierno y volanteo en la calle para seguir trillando lo que la gente ya repudia. La defensa jurídica de los universitarios ha sido contundente de que no han cometido delito alguno, pero la ilegalidad en el gobierno que domina fiscales y jueces estatales, se han topado con las sentencias de jueces federales que les han tumbado sus resoluciones ilegales.

Lo que si han logrado en el gobierno es fortalecer la unidad de los uaseños y esa fuerza de la razón es la mejor protección de los perseguidos políticos por un gobierno que ha perdido la razón.

Setenta y seis días y no hay justicia para el Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda ¿Habrá respuestas prontas?

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

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