Habrá una mayor deserción de mujeres que de hombres en universidades en el futuro post COVID-19: UNESCO

De acuerdo con Francesc Pedró García, directivo de UNESCO IESALC, un gran porcentaje de estudiantes ya se ha “desconectado” de la educación superior vía remota, pues les parece inadecuado.

Si bien los colegios y las universidades en México adoptaron el uso de las tecnologías para poder continuar con el desarrollo académico en esta crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus (COVID-19), este nuevo modelo de educación vía remota traerá efectos negativos a corto y mediano plazo.

Así lo aseguró este miércoles el Dr. Francesc Pedró García, director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO IESALC), durante su conferencia magistral digital “Educación superior en el mundo post pandémico”, organizado por la Universidad Iberoamericana (IBERO).

De acuerdo con el especialista, en los últimos meses se ha observado que la demanda de educación superior está disminuyendo, primeramente, porque existe un porcentaje importante de estudiantes que se está “desconectando” y no solo por cuestiones tecnológicas, sino también porque las propuestas pedagógicas que se les oferta en condiciones de contingencia les parece poco atractivas o inadecuadas.

Se refirió a una encuesta realizada con estudiantes de educación superior en Estados Unidos, donde el 41 por ciento indicó que ha sido peor la experiencia de la educación en línea en comparación con la educación presencial en las aulas.

Además, señaló que el contexto económico provocará que muchos jóvenes no vuelvan a la universidad, ya que sus familias no podrán enfrentar los costos de continuar estudiando.

Para Pedró García el caso de América Latina es más preocupante aún, ya que el número de mujeres que vuelvan a las aulas será mucho menor al de estudiantes varones. Esto, dijo, porque serán más reclamadas por los hogares por razones vinculadas al papel histórico que por desgracia se le ha asignado.

Por si fuera poco, advirtió que con la reducción en la demanda de la educación superior, inevitablemente habrá cierre de universidades, despidos del profesorado y una disminución en gasto público para investigaciones.

Sabemos cuáles han sido los efectos de la pandemia, pero tengo que decir que no sabemos mucho de los impactos a largo plazo. Un efecto principal ha sido el cierre universal que ha alcanzado a más de 200 millones de estudiantes de educación superior en todo el mundo y cerca de 10 millones de docentes. El cierre es el efecto principal y la solución de continuidad de las actividades que en la mayoría de los casos ha sido traducida en un tipo de educación superior soportada en tecnología
En cuanto la planificación en la reapertura, Pedró García mencionó que en el Instituto de la Unesco han armado un marco de referencia con una decena de principios, siendo los más importantes asegurar el derecho a la educación superior y no dejar a ningún estudiante atrás en las políticas públicas, así como mejorar la calidad de la experiencia de educación superior.

Por ello, pensando en la época post pandemia, el directivo de la UNESCO destacó tres grandes momentos: continuar, reabrir y reestructurar.

Creemos que en la transición de la continuidad a la reapertura tenemos que concentrarnos en dos cosas: la primera es identificar aquellos estudiantes y también de profesores que están prácticamente en riesgo de desconexión, en un sentido institucional, y darles el tratamiento que se merecen.

Explicó que algunos Gobiernos están desplegando mecanismos para apoyar con recursos tecnológicos con conectividad gratuita a aquellos estudiantes que de otro modo no podrían acceder a los campos virtuales de sus instituciones, además de que en algunos casos también ofrecen apoyo socioemocional, algo crucial en estos momentos de estrés y de ansiedad.

Incluso, mencionó que a diferencia de Estados Unidos y Europa, en América Latina todavía hay universidades que no han proporcionado adecuaciones para adaptarse a la educación a distancia, por lo que habrá pérdidas en el aprendizaje.

Finalmente, denunció que hasta el momento no se ha visto que sea una prioridad el presupuesto en educación superior para el futuro pos-COVID-19 en la región, como sí están siendo planteados los presupuestos públicos en Europa.

INFOBAE

También te puede interesar