Inicio de actividades: la hora del SNTE

No sé cómo se desarrollen las actividades ni si los maestros de base dieron la bienvenida a las tareas que la guía para entender a la Nueva Escuela Mexicana les prescribe, no que les recomiende. No obstante, con base en mi experiencia y en charlas informales con docentes de educación básica, puedo imaginar varias situaciones.

Ayer comenzaron las actividades del nuevo año escolar, el primero en los tiempos de la Cuarta Transformación. La mayoría de los maestros, no todos, inició su jornada con la guía del Taller de capacitación para entender a la Nueva Escuela Mexicana.

No sé cómo se desarrollen las actividades ni si los maestros de base dieron la bienvenida a las tareas que la guía les prescribe, no que les recomiende. No obstante, con base en mi experiencia y en charlas informales con docentes de educación básica, puedo imaginar varias situaciones.

1. No es difícil figurarse que los cuadros leales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con todo y parecer los favoritos del presidente López Obrador, impugnan la guía o, en el mejor de los casos, la ignoran. Lo que a ellos les interesa es la difusión de sus proyectos alternativos, más en Oaxaca y Michoacán, donde tienen años de experimentar. Supongo que para buena parte del magisterio militante son más importantes las representaciones de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, los maestros guerrilleros, que las de Benito Juárez o Francisco I. Madero.

2. Por más que tengan presencia en los medios y de que el secretario de Educación Pública reciba a sus jefes, Maestros por México, no tiene mucha representación en las escuelas. La vieja guardia gordillista carga desprestigio y, además, se interesa más en la construcción de su partido político, donde habrá dinero. En el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es magro. Sospecho que les importa poco la Nueva Escuela Mexicana, más allá de las relaciones laborales.

3. Los que se aplicarán, se portarán bien para estar a tono con los tiempos, son los líderes y cuadros medios de la corriente mayoritaria del SNTE. Alfonso Cepeda Salas y su gente no desperdician la oportunidad de mostrar su “afinidad” con el Acuerdo Educativo Nacional y las propuestas que de él emanan. Es más, se consideran artífices de ese Acuerdo, sus miles de ponencias en los foros de consulta lo atestiguan.

Directores de escuela y supervisores leales a esta corriente tratarán de seguir las instrucciones de la guía, aplaudirán —aunque ya se retiró la petición— al Presidente y echarán las banderas al vuelo dándole la bienvenida a la reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Basta leer los comunicados del Comité Ejecutivo Nacional —bien escritos, por cierto— para darse cuenta de que si la Nueva Escuela Mexicana tiene defensores fogosos son los amos de esta facción; con tanto o más entusiasmo con el que abrazaron la Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto.

4. El tablero del juego es complicado. Pronto regresarán millones de alumnos a las aulas, pienso que sí estarán disponibles los libros de texto gratuitos; la SEP y la Conaliteg se aplicaron. Unos maestros estarán listos para enseñar con el plan de 2011 y otros con los de 2018, pero no habrá esquizofrenia porque son para grados diferentes. Los docentes consecuentes con la tradición del SNTE seguirán la ruta marcada. Tal vez apoyan los cambios por conveniencia, algunos por convicción, aunque todavía no sepan, como la mayoría de los mexicanos, para dónde apuntan.

A pesar de que los líderes del grupo más grande del SNTE, el que controla la mayoría de las secciones sindicales y la estructura de funcionamiento sindical, hacen hasta lo imposible por quedar bien, no la tienen consigo. El Presidente prefiere a la CNTE y el secretario de Educación Pública al grupo gordillista.

5. Sin embargo, cavilo que con el comienzo del año escolar comenzará su hora, la disciplina —sumisión, para algunos— acabará por pagarle dividendos. El gobierno requiere de aliados dóciles, no de socios reclamantes, como los de la CNTE y MxM.

RETAZOS

En agosto de 2017, el entonces secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, declaró que era la primera vez, en años, que las clases comenzaban el primer día en todas y cada una de las escuelas de México, ¿podrá decir lo mismo Esteban Moctezuma?

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