La desvergüenza de dos medios cómplices del gobierno

Por Juan Manuel Partida Valdez

-Exijo al gobernador pare sus ataques contra Altoparlante

-Repito lo que hace dos años le dije a Rocha, en su despacho

Planteo hoy una puntual exigencia a Rubén Rocha Moya el “Memo Ríos”.

Que ordene, de inmediato, el cese de las agresiones cibernéticas en contra de mi web Altoparlante y de mis redes sociales; y por supuesto, de sus linchamientos en lo general contra periodistas y medios de comunicación.

Un día sí y los otros también, atacan mis espacios informativos en internet; y no es por casualidad.

Sucede con más fuerza cuando mi columna incluye contenidos críticos contra las corrupciones del gobernador y sus hijos, así como del secretario general de gobierno Enrique Inzunza Cázarez.

A rubencito y a sus vástagos les duelen hasta el alma mis columnas y notas que con pruebas irrefutables desnudan lo corruptos que son.

Es el gobierno de los moches, con cientos de millones de pesos robados muy descaradamente en obras públicas, “licitaciones” de compra venta y servicios.

Pretenden que nadie les señale sus corrupciones, y por eso sus agresiones contra los críticos.

Para nada le admito a Rocha Moya que se lave las manos fingiendo inocencia en las agresiones contra Altoparlante (personalizo, y reitero que hay más colegas agredidos).

Sin duda alguna, son ataques orquestados desde su gobierno.

Cómo olvidar cuando Rubén “defendió” a sus dos hijos que siguen cobrando sin trabajar en la UAS, asegurando que ningún delito cometen al robarse esos salarios no devengados.

Así de cínico es el gobernador, pero a nadie engaña.

Sus odios y sus rabias en contra de los periodistas críticos están a la vista de todos.

Sin descanso, nos ha descalificado, insultado y difamado.

Quiere puros aplausos, y arrodillamientos.

Por eso el gobierno premia generosamente a los periodistas aliados, y por eso mismo golpea a quienes no nos ponemos de rodillas.

El periodismo de Sinaloa vive uno de sus momentos más trágicos.

Obliga a reflexionar que buena parte de la sociedad nos acuse de ser una prensa vendida al gobierno.

Que traicionamos nuestros compromisos con la verdad y con la justicia.

Mi reconocimiento a los colegas valientes, que enorgullecen a esta tan incomprendida profesión.

Reitero mi profunda tristeza de ver a dos medios de comunicación, periódico Noroeste y revista Espejo, comprados por el gobierno corrupto.

A qué nivel han caído ésos que se proclaman honestos y puros, sumados al linchamiento oficial contra periodistas que nos atrevemos a pensar diferente.

Son una vergüenza algunos manejos “informativos”.

No pocas de sus noticias se traducen en un “eres mi héroe, papá”, a favor de Rubén Rocha.

De nuestra parte, continuaremos por donde vamos.

Tiene que ser muy tontejo Rocha para creer que con sus ataques me callará o cansará.

Recuerdo la reunión personal que a petición suya tuve en su despacho, noviembre del 2021.

El gobierno apenas comenzaba.

Resumo, sin alburear, que le dejé muy en claro que puedo convenir difusión, publicidad y asesoría, pero que a nadie le vendo mi libertad informativa.

Las ambiciones de los rateros, su intolerancia y sus agresiones colmaron nuestra paciencia.

Una vez más, subrayo que conmigo no cuentan.

Prefiero seguir sufriendo por los enemigos de la libertad de expresión y los “amigos” malagradecidos.

No nos desanimamos, seguros de que vendrán tiempos mejores.

Antes de terminar, advierto que si continúan los ataques de sus esbirros o los mercenarios contratados, iré a decirle a Rocha, en su cara, lo que se merece.

Sin tapujos, como acostumbro.

Y por supuesto que también lo demandaré penalmente, con muchos detalles sobre las corrupciones familiares.

Espero que ordene detener los ataques, y que no me obligue a ser rudo.

Sé que tiene comprada a la “justicia”, pero estoy más que dispuesto a empujar hasta donde sea necesario.

Están muy equivocados quienes piensen que denunciar formalmente significa perder miserablemente el tiempo.

Pendientes.

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