La pandemia, fuera de control

Es preocupante que ante el alza de infecciones y muertes por covid-19, el gobierno mexicano no pueda reconocer que la pandemia está fuera de control. Llama la atención que el primer mandatario apoye al subsecretario López-Gatell con sus mentiras y errores, pues es el responsable de muchas de las más de 100 mil muertes que oficialmente se reconocen; la estrategia de López-Gatell no dio resultados y, en su afán protagónico, solo ha causado confusión y desconfianza.

Preocupa que siga siendo el responsable, ya que no quiso escuchar los consejos de la Organización Mundial de la Salud, a los expertos en epidemias ni a los ex secretarios de Salud; para colmo, se siente simpático, trata de minimizar los comentarios críticos que recibe y que cada vez son más.

Me cuesta trabajo entender por qué el Presidente lo mantiene con esa responsabilidad y, por desgracia, parece que ahí se quedará. No me explico por qué el Presidente se niega a usar cubrebocas, puede creer que para él no es necesario de acuerdo con sus doctores, el Secretario de Salud (que sí lo usa) y López-Gatell; sin embargo, él debe dar el ejemplo.

Él no viaja en transporte público ni va a los mercados, puede mantener la sana distancia, pero la población en general no tiene esos privilegios. El ejemplo presidencial sería más efectivo que mil campañas de publicidad; por tanto, su mensaje del fin de semana no tuvo impacto.

Se predica con el ejemplo, de otra forma, mucha gente no toma en serio las recomendaciones.

Que la pandemia esté fuera de control afectará a nuestra ya maltrecha economía; por supuesto, 2021 será mejor en lo económico que 2020, pero no por eso estamos bien, porque la economía se empieza a recuperar (muy despacio), el crecimiento será muy pequeño en función de lo que se requiere y de lo que se perdió este año.

Que la pandemia no esté controlada afecta negativamente este incipiente crecimiento.

Además, el país tiene el problema de los bajos niveles de inversión, los mensajes del gobierno hacia el sector privado son poco claros y contradictorios, pero además no se ven iniciativas que alienten la inversión privada, nacional y extranjera; el dato de la caída de más de 18 % al mes de septiembre de la inversión bruta fija es un indicativo de que las cosas están mal. Con los niveles actuales de inversión será imposible alcanzar un crecimiento significativo y mucho menos se dará el desarrollo tan anhelado.

Además de lo anterior (y no es por la pandemia, sino por inseguridad y falta de estado de derecho), la IED también bajó este año; no se contrajo más porque la inversión en planta y equipo existente de inversión extranjera es muy importante y eso obliga a que más de 50% de lo que se anuncia sea reinversión de utilidades para que la planta productiva permanezca, pero los flujos nuevos cada vez son más limitados.

Se debe hacer algo drástico para contener la pandemia que la inacción de López-Gatell. Es importante restregarle que no vamos bien, a pesar de que sus cifras (de acuerdo con los expertos) están maquilladas y no reflejan la realidad. ¡México no se merece tanta incompetencia!

MANUEL SOMOZA

MILENIO

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