La reflexión de Mojardín y la agenda de la jubilación y la Caja de Ahorros

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador dijo con meridiana exactitud que “nadie se sienta ofendido” si replicas a las críticas porque “se habla mucho de la libertad de expresión y se niega la posibilidad de la réplica: la libertad implica mensajes de ida y vuelta” y “debe haber diálogo circular…”.

El  psicólogo Ambrocio Mojardín Heráldez –falso especialista en materia de seguridad pública- escribió un artículo en Noroeste (periódico sacudido por la crisis económica), en el que da la “bienvenida (a) toda  reflexión y propuesta para mejorar a la UAS” tema que encaja en la agenda de discusión del Frente Nacional de Apoyo a la Educación Pública que exige al presidente Andrés Manuel López Obrador la cancelación de las jubilaciones dobles o jubilaciones dinámicas.

La anulación de esta prestación, dicen, acabaría de raíz con las dificultades económicas por la que atraviesan varias universidades públicas. El Frente es un organismo pro-morenista que nació en el Instituto Politécnico Nacional y la UNAM, centros de estudios  donde sus jubilados no perciben jubilaciones dinámicas.

En varios estados la exigencia del FNDUP del no al uso de recursos de la educación en el pago de prestaciones a ex trabajadores permea en la Cámara Federal de Diputados, el Senado de la República, los Congresos Locales, las CAADES, los Consejos Coordinadores Empresariales, las Confederaciones Patronales y colectivos de la sociedad civil, etc.

Mojardín es un psicólogo que soñó con ser rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Es “teniente” del ejército de más de 5 mil ex trabajadores de la UAS a quienes se les sostiene el pago de la jubilación dinámica, prestación plasmada en un viejo contrato colectivo de trabajo que le registra a la Universidad un gasto anual de mil 500 millones de pesos. En calidad de jubilado recibe 20 mil pesos quincenales.

El ex universitario trae algunos lastres en su currículo, ofensivos para la sociedad y los universitarios: sin experiencia ni trayectoria en la materia fue presidente del Consejo Estatal de Seguridad Pública bajo la “deidad” del ex gobernador Mario López Valdez y se movió en los linderos del grupo de Quirino Ordaz Coppel.

Durante el régimen de Malova, con el alcahuete de Mojadín en el CESP, se registraron 8 mil homicidios dolosos, cifra récord en el dossier criminal de Sinaloa.

En Noroeste (14/ 02/ 17), el periodista Alejandro Sicairos en su artículo titulado “El CESP en la era de Mojardín”, afirmó que Mojardín “es la pieza perturbadora de CESP, de cuya estructura se queja por ser pro quirinista”, y señaló  que Ambrosio Mojardín le alzó la mano a Rigoberto Monjardín, “legitimando el primer disimulo de participación ciudadana” en los órganos de seguridad.

“El CESP, con la actual estructura pro quirinista soportada por Ambrosio Mojardín Heráldez y Rodrigo Monjardín Zazueta, no es garantía de neutralidad, mucho menos de efectividad”, escribió Sicairos.

En su artículo de Noroeste,  Mojardín se refirió al Segundo Foro: La Ley Orgánica en la UAS, Reflexión y Consenso que organizan la Asociación Civil de Jubilados en la UAS y el Comité Universitario Movimiento de 1968, en la que figuran Jorge Delgado Cortés, Florina García Bojórquez, Carlos Calderón Viedas y Rubén Burgos Mejía.

Jorge Delgado y Florina García son los operadores de la Caja de Ahorros de los jubilados, la cual otorga créditos por encima de las normas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Fincan sus operaciones en un leonino “sistema” de ahorro y de préstamos.

El proyecto financiero de Delgado y García es conquistar el mercado «bancario» de los trabajadores en activo. El universo de ahorradores y en el que colocan sus créditos es de 5 mil jubilados. Una “reforma” a la Ley Orgánica de la UAS les permitiría ampliar su cartera potencial de clientes a más de 17 mil trabajadores en activo, lo que les representaría un negocio multimillonario.

Los propósitos del Foro son una mascarada. No se trata de configurar una propuesta de nueva Ley Orgánica, para, como dice Morardín, construir un nuevo marco jurídico para la UAS que “la resignifique como espacio de ciencia y la redimensione como instrumento para el progreso social, económico y cultural de Sinaloa”.

Ese es el argumento que se esgrime y que esconde móviles financieros-económicos de los dueños de la Caja de Ahorros y dos que tres personajes que promueven una asonada contra la Universidad con claros tintes políticos para entregarla a una “corriente del pensamiento único” que pretende socavar la autonomía universitaria.

Ambrocio Mojardín trata de convertir las expresiones de 4 o 5 críticos por sistema de la UAS en “señalamientos de la sociedad en general” maximizando además la postura de ese segmento de jubilados, que desde el exterior, sostenidos con la jubilación dinámica que les otorga quincenalmente la universidad, siempre alegan que se les limita la libertad de expresión para negar a otros círculos pensante de la propia universidad y la sociedad el derecho a disentir o rechazar sus inflexiones.

Según Mojardín “es entendible que en la lectura de esas circunstancias, se vea al cambio de ley orgánica como alternativa central; el mecanismo básico para enfrentar con posibilidades de éxito (….)”.

“Ese cambio de ley, seguramente tendrá especial atención lo referente al sistema de gestión y gobierno y los controles para impedir excesos”, dice, dejando a un lado, sin tocar, que en los círculos de las futuras autoridades de la SEP y la SHyCP catalogan como exceso el pago de la jubilación dinámica o jubilaciones dobles y que se mueven en el sentido de crear instrumentos legales para cancelar esta prestación a los ex trabajadores.

En abono a la cuenta de Mojardín, reconoce que la UAS “sigue siendo la universidad más grande y la de mayor relevancia para el estado. La de mayor cobertura y la que más expectativa social genera; la que más cuesta y de la que más cosas se esperan (….) como institución pública, la UAS es de todos y debe preservarse en las mejores condiciones, para que sea el factor de cambio que soñaron sus creadores (…)”.

A mi juicio, el Foro es un contrasentido para los trabajadores jubilados. Una especie de búmerang porque va contra sus propios intereses. Si la estabilidad de la UAS les garantiza a ellos como ex empleados el pago de las jubilaciones dinámicas o prestaciones extra-muros sin aportar ni un solo centavo ¿cuál es la ganancia “democrática” de su movimiento?

Cualquier reforma o modificación a la Ley Orgánica en estos momentos significaría también una reforma estructural a su operatividad administrativa-económica-financiera que implicaría también la injerencia de la SHyCP y la SEP en la aprobación de su nuevo modelo financiero para se amolde a las  normas hacendarias a que son sujetas las Universidades y la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios.

Una reforma a la Ley Orgánica aperturaría, generaría las condiciones al gobierno federal para exigir a la UAS la cancelación definitiva de la Jubilación Dinámica para ingresar a la agenda del Frente Nacional de Defensa de las Universidades Públicas que demanda que se ponga fin a esta prestación y que los jubilados de las universidades, a como sucede en el IPN o la UNAM, solo perciban la pensión o jubilación del IMSS o del ISSSTE.

¿Vale la pena entonces modificar el estatus actual de la UAS tan solo para darle rienda suelta a los apetitos económicos de unos cuantos que se dicen representantes de los jubilados o del movimiento del ‘68  o de aquellos que quieren general caos para meter a la Universidad en sus planes políticos rumbo al 2021? La respuesta es un no rotundo.

Lo que no calculan es que la cancelación de la jubilación dinámica terminaría por cerrar también la Caja de Ahorros para los jubilados que operan Jorge Delgado Cortés y Florina García Bojórquez organizadores del Segundo Foro: La Ley Orgánica en la UAS, Reflexión y Consenso.

Sin jubilación dinámica, los ex empleados de la UAS no tendrían capacidad para ahorrar ni para pagar ni el monto de los préstamos ni sus intereses leoninos.

Termino parafraseando a Andrés Manuel López Obrador que sostiene que “la libertad implica mensajes de ida y vuelta” y “debe haber diálogo circular…” y con la posición del Senador de Morena, Rubén Rocha Moya, en torno a las 10 universidades en situación de crisis:

“La crisis financiera por la que atraviesan estas diez instituciones de educación superior (entre ellas la UAS) tiene raíces históricas que tiene que ver con prestaciones no financiadas, la no reposición de las plazas, el tema de las jubilaciones, entre otros más”. Sí. Entiéndase bien…tiene que ver con el tema de las jubilaciones….

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