La tragedia: esta Transformación

Emilio Trinidad Zaldivar

En México sí hay una profunda e innegable transformación. Al presidente se le está desmoronando el país por todos los flancos, y aún y cuando no acepta su fracaso y la catástrofe a la que nos ha llevado, en todo el territorio nacional se respira olor a tragedia por la pandemia, a sangre por los asesinatos que diario se multiplican, a abuso y engaño del jefe de Estado, de sus familiares y amigos, a palabras huecas que diario saltan de su boca llena de insultos, de señalamientos, de provocaciones, de frustración, de odio y venganza.
Sí, este es otro México muy distinto al que recibió de los bandidos del pasado reciente, que deberían estar purgando una condena tras las rejas por tanto y tan descarado y cínico robo al erario de la nación.
López Obrador está muy lejos de ser ese estadista que merecemos; muy lejos también de esas atractivas frases como aquella de que “hay que serenar a México”, cuando él es quien lleva el fósforo y la gasolina para prender la llama de la discordia, la división y el encono.
No es un pacifista. Es un hombre beligerante que quiere a un pueblo de rodillas, sin voz, sin expresión de decepción o malestar por claros errores cometidos por él y su también séquito de ladrones y aplaudidores.
Estamos en manos de un señor que dice y se desdice; que propone absurdos por clara ignorancia, como aquello de que “todos deberíamos decir cuánto ganamos”, con lo que los secuestradores estarían más que felices por facilitarles la búsqueda de posibles víctimas. O eso de pausar relaciones con España, cuando empresas de ese país laboran en proyectos de su debilitado gobierno. Así de temerario y osado es lo que día con día, como traqueteo de metralla, sale de titubeante y escaso vocabulario.
Creer en él, como muchos otros que como yo están más que arrepentidos, es una causa más que perdida.
Pobre México, tan lejos de la justicia, del orden público, del prestigio nacional e internacional y del desarrollo sostenido.
Estamos hoy en manos de quien sin preocupación alguna, se las ha manchado de sangre y de rapiña y barbarie política.

PROYECTO 3

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