La UNAM no aplaude al unísono al poder en turno: Enrique Graue
El rector encabezó la ceremonia de la entrega del Premio Universidad Nacional. La UNAM es el espacio para que el pluralismo se exprese, se reproduzca y conviva, dice José Woldenberg, uno de los ganadores.
“La UNAM no asume polarizaciones ni posturas sectoriales ni tampoco aplaude al unísono al poder en turno. Esa es la Universidad que todos queremos y defendemos y la que yo me comprometo a preservar”, señaló Enrique Graue, rector de la máxima casa de estudios.
Durante la ceremonia virtual de entrega del Premio Universidad Nacional y del Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2020, otorgado a 34 universitarios y universitarias —entre ellos Rafael Navarro, Premio Crónica, y uno de los fundadores del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg—, el rector dijo que en la UNAM se da la libertad de expresión dentro de la pluralidad, la cual “nos distingue y caracteriza, nos da la fuerza colectiva y el impulso necesario para continuar creciendo y sirviendo a nuestra nación”.
Graue se refirió a los galardonados y galardonadas como sus grandes fortalezas, “el vigor de nuestro presente y la confianza que tenemos en el futuro (…) “Por todo eso estamos aquí celebrándolos, felicitándonos y agradeciendo sus logros, que a fin de cuentas, son también los logros de la Universidad y de nuestra nación. Reciban de parte de esta Universidad su reconocimiento y gratitud”.
Por su parte, Monserrat Bizarro Sordo, académica del Instituto de Investigación en Materiales, externó sus agradecimientos en nombre de los jóvenes premiados y resaltó el trabajo de las galardonadas en las áreas de ciencias exactas.
CUATRO EJES DE LA UNAM
En su oportunidad, José Woldenberg externó las palabras de agradecimiento a nombre del resto de los ganadores. Dijo que hay cuatro dimensiones que ofrecen sentido a la UNAM y que deben preservarse para que continúe su misión: conocimiento, pluralismo, autonomía, cultura y artes. “Una de las principales tareas de la Universidad es la generación y la transmisión del conocimiento de las más variadas áreas (…) hay que reiterar lo obvio de esta labor, puesto que en el mundo soplan vientos anti-ilustrados que desprecian el conocimiento o lo equiparan a consejas populares carentes de sustento científico”.
Agregó que el conocimiento y humanismo de la Ilustración derrotaría a los dogmas y el pensamiento mágico, sin embargo, en la actualidad “no sólo no se cumplieron esos objetivos, sino que el oscurantismo adquiere un nuevo brío en el planeta”.
Sobre el segundo punto dijo que en la máxima casa de estudios coexisten diferentes disciplinas y distintas corrientes de pensamiento. “La UNAM es el espacio para que el pluralismo se exprese, se reproduzca y conviva. No hay exclusiones artificiales dictadas por la ideología o la política, por los intereses gremiales o las conveniencias inmediatas. Se trata de un pluralismo anclado en la ciencia, no caprichoso, ni intolerante; ahí reside parte de su riqueza, donde las diferentes escuelas pueden dialogar.
“Por definición, es un espacio antidogmático, capaz de la autocrítica y conectado al mundo”. Advirtió además que tildar el conocimiento con derivaciones de una determinada ideología ya ha arrojado en otras latitudes consecuencias devastadoras”. Sobre la autonomía, apuntó que es un valor fundamental por las tareas específicas que cumplen los centros de enseñanza e investigación de nivel superior, y que requieren de un ámbito de libertad, en relación con los poderes públicos y privados. Junto con la cultura, estos elementos, finalizó, se deben robustecer y preservar, una tarea “de ayer, de hoy y de mañana”.
Isaac Torres Cruz
LA CRONICA
