La virgen de Guadalupe, un símbolo de unidad nacional: UNAM

El “verdadero evento milagroso” fue juntar los imaginarios europeos y mesoamericanos, agregó.

Este 12 de diciembre, como cada año, es la celebración religiosa más grande de América: el Día de la Virgen de Guadalupe, cuyo significado cultural y social trasciende el campo de la fe, según académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

«La virgen de Guadalupe representa un símbolo de unidad nacional. A través de ella se fusionaron las culturas española y prehispánica», explica a Sputnik el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Martín Íñiguez Ramos.

Para este experto en Estudios Latinoamericanos, el “verdadero evento milagroso” de la Guadalupana fue darle unidad a un pueblo que, durante la evangelización, se convirtió en un sentimiento que conjugaba los imaginarios de ambos mundos: el europeo y el mesoamericano.

Con los años, ese sentimiento se llamaría México. Y su mayor símbolo sería la Virgen de Guadalupe. No es casualidad que el padre Miguel Hidalgo utilizara la imagen de esta figura religiosa para bordarla en los estandartes de los primeros movimientos insurgentes que buscaban la Independencia de México, explicó.

El culto a la Guadalupana es uno de los más importantes de los que se tenga registro en la iglesia católica. Cada año, miles de peregrinos —la mayoría de ellos mexicanos y de otros países hispanohablantes— viajan a la Ciudad de México para visitar la Basílica de Guadalupe, el segundo templo mariano más visitado del mundo después de la Basílica de San Pedro, en Roma.

En México, mucha gente no trabaja el 12 de diciembre porque lo considera un día de fiesta nacional. Como tradición, se le canta Las Mañanitas a la virgen durante los primeros minutos de esa fecha. Incluso se transmite en las cadenas de televisión comerciales más grandes del país, con coberturas que pueden durar hasta medio día.

«Es un fenómeno sociológico masivo que celebra uno de los mitos más maravillosos del mundo», observa Íñiguez Ramos

Identidad mexicana

De algún modo, la primera suerte de nacionalismo que experimentó el pueblo mexicano fue la devoción a la virgen de Guadalupe, ya que era practicada por casi todos los estratos sociales de la Nueva España, desde el indio y el mulato hasta el criollo y algunos españoles, según se explica en el libro Quetzalcóatl y Guadalupe: la formación de la conciencia nacional en México(1974), del historiador y antropólogo francés Jacques Lafaye.

«Hay un sentimiento prehispánico sobre la evangelización que trajeron los españoles. Y esto será muy importante [para la formación de México como nación», señala Martín Íñiguez Ramos, de la UNAM.

La devoción por la virgen morena no distingue clases sociales entre los mexicanos. Es alabada por grandes empresarios como Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y por la gente de a pie.

De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador se registró como precandidato a la Presidencia de México el 12 de diciembre de 2017. Además, durante sus eventos de campaña con Morena, su partido, declaró: «Para ser más claro todavía: en nuestro movimiento se venera a la virgen de Guadalupe, a Juárez y a las libertades».

El pasado 1 de marzo, el mandatario mexicano agradeció al presidente estadunidense Joe Biden haber comenzado la reunión bilateral hablando sobre la virgen de Guadalupe.

«Le agradezco que haya empezado está conversación de esa manera porque eso tiene que ver con el México profundo», le dijo.

Entre otros devotos guadalupanos famosos de México también se encuentran Alex Lora, símbolo del rock nacional; Raúl Ratón Macías, boxeador y ex campeón mundial; Rodolfo Guzmán Huerta el Santo, luchador e icono de la cultura popular mexicana, y Carlos Santana, uno de los mejores guitarristas de la historia.

De este modo, la virgen de Guadalupe se cuela en todos los estratos de la sociedad mexicana. Y en la historia podría estar la explicación.

«Al igual que los indios], los criollos buscaron en las entrañas de Tonantzin/Guadalupe a su verdadera madre. Una madre natural y sobrenatural, hecha de tierra americana y teología europea», concluye el pensador mexicano Octavio Paz en su ensayo Orfandad y legitimidad, de 1996.

LA JORNADA

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