Las inspecciones laborales no llegan al servicio doméstico

Trabajadoras del hogar señalan que las inspecciones laborales en el servicio doméstico son todavía deficientes para detectar casos de explotación laboral u otras formas de esclavitud moderna.

A pesar de que en México existe un “Protocolo para el uso de procedimientos” en caso de trata, elaborado por la Comisión Intersecretarial, además de un “Protocolo de Inspecciones” aprobado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), cuyo personal debe atender posibles casos y canalizarlos a instancias correspondientes de impartición de justicia a nivel local y federal, la inspección contra la trata laboral o trata con fines de explotación todavía representa un reto para autoridades. Las trabajadoras domésticas señalan que ellas son quienes quedan expuestas ante sus empleadores si una inspección llegara a concretarse.

“Si una compañera pide una inspección a un domicilio en específico y la compañera está ahí, es ponerla de cierta manera en riesgo porque el empleador sabría que si llegó una inspección es porque ella denunció ese tipo de situaciones. Aquí la inspección es un tema importante y que también las autoridades laborales tendrán que hacer lo pertinente para que estas inspecciones sean de una manera más de seguimiento, en este momento (pandemia por Covid-19) y después, y que no tengamos que llegar a este tipo de situaciones (violaciones a derechos laborales) para que las inspecciones se hagan, tiene que ser algo que esté ahí y que en donde haya una trabajadora del hogar se tiene que hacer esa inspección para saber cuáles son sus condiciones de trabajo. La inspección es una tarea pendiente en toda esta situación que nosotras vivimos”, destacó Norma Palacios, secretaría general colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar en México.

“El sindicato acaba de cumplir 4 años, somos un sindicato joven. Nosotras brindamos asesoría jurídica a las compañeras por la manera en que los empleadores terminan sus relaciones de trabajo con ellas, por la falta de reconocimiento después de muchos años de trabajo de las compañeras y las diversas situaciones que pudieran ser falta de pago o temas de violencia, o que ellas no encuentran la manera de cómo pedir, o les falta conocimiento de sus derechos que tenemos ahora en México”, detalla Norma sobre su labor como representante.

No hay inspecciones sin inspectores

Manuel Fuentes, especialista en derecho laboral, autor de estudios en materia de justicia y derechos humanos y profesor de derecho en la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, mencionó que la inspección representa un nivel de eficiencia importante para detectar casos de trata con fines de explotación laboral, aunque opinó que “el problema es que este tipo de instituciones no cuenta con los inspectores suficientes para llevar a cabo o atender las inspecciones que se requieren en todo el país”.

Debido a la fuerza de trabajo en México de la que más del 50% se desempeña en el sector informal, según información del Inegi, la trata laboral puede incluso ser normalizada por los propios trabajadores, en el caso de las empleadas domésticas ellas esperan ser colocadas por agencias para tener un ingreso, sin embargo las condiciones de precariedad que pueden encontrar en el trabajo no son observadas, ni registradas para ser atendidas, ya que en el servicio doméstico algunas de las condiciones más recurrentes a las que se enfrentan son el encierro o la retención de pago.

“En la trata laboral hay una renuncia absoluta de libertad de la persona que se está convirtiendo en propiedad u objeto. Los escenarios se dan porque muchos lugares están alejados de cualquier inspección de trabajo o cualquier cercanía de grupos que pudieran tener conocimiento de quienes están aislados”, comentó el abogado.

En México son 11 los estados de origen de posibles víctimas de trata con fines laborales (Chiapas, Chihuahua, Puebla, Oaxaca, Estado de México, San Luis Potosí, Guerrero, Tamaulipas, Nuevo León, Hidalgo y Veracruz), la mayoría terminan en la Ciudad de México como lugar destino para ser explotadas, según el Diagnóstico de la trata laboral en México elaborado por Polaris en 2018, en donde también se indica que los traslados se presentan con mayor frecuencia en los sectores de agricultura y el servicio doméstico con 24%, seguido de la construcción y la venta y transporte de drogas con un 17%, y la pesca y la mendicidad como un 7%.

Sobre la situación de esclavitud moderna, Walk Free Foundation (WFF)realizó el estudio Global Slavery Index en el año 2016, donde estima que hay 376 mil 800 personas sometidas a alguna forma de esclavitud de forma “moderna” en México. Mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha dado a conocer que el 90% de las personas sometidas son explotadas por individuos o empresas particulares.

Algunas de estas prácticas incluyen los traslados de las personas tratadas, de las cuales, 18.5% son desde migración internacional y 15.2% a migración interna, mientras que 66.3% son tratadas y explotadas sin apartarse de sus lugares de residencia, según datos de WFF.

Samantha Nolasco

EL ECONOMISTA

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