MAYO, UN MES DE INCERTIDUMBRE ELECTORAL

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

El partido en el gobierno no tiene asegurado el éxito en la elección del próximo dos de junio. El País se estremece y Sinaloa no es la excepción.

La candidata presidencial de la Alianza Por Amor a México despunta en las encuestas y preocupa a los morenistas que dirigen a la candidata oficialista. El Presidente se desboca y a toda costa quiere que sus discursos hagan mella en sus opositores.

Utiliza descaradamente la estructura del gobierno para sacar adelante la elección de su candidata porque no les asegura nada. El Instituto Nacional Electoral se ha convertido en un espectador cuando su misión es poner orden para que nadie, incluyendo al Presidente, haga uso los recursos del gobierno para promover campañas políticas en favor de determinado candidato. Hay violación flagrante al 134 Constitucional y no se hace nada.

La equidad electoral se ha convertido en un discurso vacío y perjudicial para los contendientes en la elección, porque toda la actividad gubernamental se dirige a favorecer a la oficialista candidata presidencial y a los demás aspirantes morenistas.

El Presidente hace todo o posible por manipular el voto popular, cuando perversamente manda iniciativas de ley a todas luces populistas a sabiendas que no pasarán los pincelazos constitucionales de la Suprema Corte en las acciones de inconstitucionalidad que se promuevan.

Esas iniciativas de corte populista, quiérase o no, provocan reacciones de simpatías por su finalidad proteccionista a derechos que atrapan la voluntad de los trabajadores, como la desaparición de las pensiones vitalicias para convertirlas en cuentas individuales y las afores. La finalidad política electorera de la pretensión presidencial es interrogarnos ¿Por qué no lo hizo al iniciar este gobierno? Porque no importan los derechos sociales sino la ambición desmedida de continuar en el poder.

En Sinaloa, es un Estado desbordado por campañas donde la gran mayoría de la estructura del gobierno anda promocionando a los candidatos oficialistas. Pero, ni aun así, levantan las preferencias ciudadanas a su favor.

Ese rechazo ciudadano a los morenistas y sus satélites, provocan temor en el ánimo social porque surge una pregunta que preocupa ¿La delincuencia organizada como trabajará y en apoyo a quién?

Las sospechas son fundadas de que la Alianza por Amor a México puede verse perjudicada porque los afectados en esta elección, han sido sus candidatos. Esa preocupación es lo que tiene en la incertidumbre porque temen que la delincuencia organizada amenace al elector para que no vote o lo haga por los candidatos morenistas.

El gobierno federal los tiene muy consentidos con abrazos y no balazos. Las visitas del Presidente a Sinaloa han sido abundantes y los sinaloenses somos muy mal pensados. ¿Qué motivación anima al Presidente a ser un asiduo visitante a Sinaloa? ¿Ayudarle al Gobernador porque lo sabe perdido en la elección?

Los electores debemos ser muy firmes y no ceder a ese tipo de amenazas, porque la seguridad personal y la de nuestras familias están en juego. El voto, pone y quita gobiernos, pero también nos permite vivir con seguridad. Votemos por desterrar a gobiernos indecentes y antidemocráticos, llevemos a dirigentes políticos honestos a las Presidencias Municipales y Cabildos, pero también al Congreso, que sean garantía como gobierno, de que responderán a las demandas ciudadanas de destierro a la inseguridad y a la impunidad, desarrollo económico sustentable, servicios públicos de calidad y destierro al revanchismo político contra la Universidad Autónoma de Sinaloa y a sus dirigentes universitarios. Ya basta.

Un mes de mucho trabajo político electoral. Un mes para convencer a la juventud indecisa que vote. Un compromiso de todos para que los jóvenes concurran a las urnas y contribuyan al cambio. Sinaloa y México lo requiere. Derrotemos el temor porque votar por la Alianza es votar por México.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

También te puede interesar