Medios y periodistas… ¿Somos o nos hacemos?

Juan Manuel Partida Valdez .

Estamos obligados a mantener la autocrítica, y por eso preguntamos a medios y periodistas… ¿somos o nos hacemos?

Parece fuerte, pero el cuestionamiento encaja con lamentable crudeza ante lo que vemos en Sinaloa.

Con la puntualización obligada, y muy justa, de que no aplica para todos.

Hay medios y periodistas que no se prestan a las manipulaciones y perversidades del gobierno de Rubén Rocha Moya.

Otros actúan engañados porque las mentiras son bien armadas con funcionarios y con “expertos”.

Y, por supuesto, están los que conocen que son puras mentiras y desvergonzadamente son parte de los engaños.

Son interminables las evidencias en estos últimos casos, pero reiteraré dos casos que nos ilustran a la perfección hasta dónde se atreven a llegar algunos medios y periodistas.

El periódico Noroeste, que se presume independiente, realizó una “investigación” para exhibir a quienes fueron rectores de la UAS y tienen hijos trabajando ahí.

Se condenó con dureza los tráficos de influencias por los exrectores, pero hubo una omisión que los exhibe como gatilleros y vendidos.

Nada dijeron sobre el gobernador Rubén Rocha Moya, con sus hijos Eneyda y Ricardo como “trabajadores” de la rosalina institución.

De que estos dos hijos del gobernador son corruptos que cobraban sin trabajar, pues menos.

Agreguemos al dizque “puro” Alejandro Sicairos Rivas y su revista Espejo.

Desde su columna, fustigó a Jesús Estrada Ferreiro por ser candidato a un puesto de elección popular.

La razón esgrimida fue que el exalcalde culichi tenía denuncias formales en su contra.

Otra vez el detallito de “olvidarse” de otros dos candidatos con denuncias penales, el chaquetas Enrique Inzunza y el violín Juan de Dios Gámez Mendívil.

Queda a la vista de todos la doble moral y el arrodillamiento ante el poder que corrompió a Noroeste y a Sicairos.

Los dos ejemplos citados repiten el mismo accionar todos los días.

Este medio y este periodista se burlan reiteradamente de la verdad y de la justicia, con el cinismo de gritar sin descanso que son ejemplo de honestidad en el periodismo.

Retomamos estas críticas al quehacer periodístico ante otra manipulación orquestada por el narco gobernador del estado.

Tiene que ver con la UAS.

Según el gobierno, congreso y auditoría estatal, la universidad “perdió” un amparo contra la revisión de los recursos propios de la institución; un triunfo de la “legalidad”, gritan los pinochos.

Este engaño lo inician porque el juez encargado del caso sobreseyó una demanda de amparo.

La manipulación orquestada desde el tercer piso y solapada por medios corruptos o valemadristas es que “se negó el amparo”.

Completamente falso.

Una búsqueda en google nos permite encontrar fácilmente lo que significa el sobreseimiento.

“Es una resolución judicial que pone término total o parcial al proceso por causas legales que impiden su continuidad y posterior apertura respecto a los mismos hechos”.

El juez resolvió sobreseer no contra la UAS… ¡sino a favor de la universidad!

Se señala con claridad en los considerandos del resolutivo, página 10 del recurso de amparo 839: ninguna necesidad hay de seguir en esto, luego de que en el amparo 838/2023 se concedió la protección de la justicia federal con el efecto de que se “deje insubsistente la auditoría 012/2023 Y SUS CONSECUENCIAS, únicamente por lo que respecta a LOS RECURSOS PROPIOS DE LA QUEJOSA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA”.

Triunfo de la UAS

El sobreseimiento, entonces, es porque al resolver el amparo 838/2023 se declaró anticonstitucional la auditoría 012/2023 en cuanto a la pretensión de revisar los recursos propios uaseños.

Así entonces, la resolución en el 839/2023, en realidad confirma el amparo anterior.

La razón es que lo relacionado con la cédula de evaluación de respuestas a resultados preliminares -motivo de un amparo distinto-, entra en las ya mencionadas consecuencias que se ordenó dejar insubsistentes.

En nuestro caso, preferimos no ser indiferentes ante tantas infamias del gobierno y de quienes cobran por mentir y engañar.

En ello, la reiteración de que tenemos excelentes y valientes periodistas.

Con nuestro humilde llamado para que no se dejen manipular.

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