México es el primer lugar en mortalidad por enfermedades cardiovasculares

Al año se registran cerca de 400 mil muertes relacionadas con el corazón.

El doctor Daniel Sánchez Arreola, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME), advirtió la repercusión que ha ocasionado la COVID-19, en la demora o suspensión del tratamiento a pacientes con enfermedades crónico degenerativas.

El especialista aclaró que el promedio de atención de un paciente de infarto en México era de 4 a 6 horas en la zona urbana, o bien hasta 12 horas para zonas rurales, pero durante la pandemia, se ha extendido hasta un plazo máximo de 24 a 48 y en el peor de los casos hasta 72 horas.

En este sentido, refirió que México ocupa el primer lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con mayor mortalidad por enfermedades cardiovasculares, es decir, 400 mil muertes anuales de enfermedades relacionadas con el corazón.

Además, abundó, somos el primer lugar con el mayor número de personas que viven con diabetes tipo 2 y todas estas se asocian con las enfermedades tiempo dependientes, explicó, llamadas así, por ser el factor tiempo el mayor determinante para su pronóstico y sobrevida. Las más importantes son el infarto al miocardio y la enfermedad cardiovascular cerebral, ambas ocupan los primeros lugares de causa de muerte de nuestro país.

Insistió en que, hasta antes de la pandemia hasta un 40 por ciento de los pacientes con infarto cerebral “llegaban y eran atendidos dentro las primeras 4 horas y media, que es el tiempo máximo contemplado en el que todavía se puede administrar el medicamento necesario que permite salvar la mayor cantidad del cerebro posible”, sin embargo, en la actualidad los pacientes están llegando al hospital fuera de los periodos de tratamiento, como en 6 u 8 horas o inclusive hasta 1 o 2 días después.

Y es que en la actualidad el mayor reto para los especialistas en medicina de urgencias, dijo, es poder atender a estos pacientes en tiempo y forma, debido a que los servicios de urgencias se han dividido en áreas para atender a pacientes con insuficiencias respiratorios, es decir, quienes tienen o sospechan de estar contagiados de COVID y las áreas para atender de otro tipo de urgencias como las enfermedades crónicas, el trauma o complicaciones obstétricas.

“El problema es que además de la carencia de personal es difícil poder hacer una clasificación rápida de los pacientes, convirtiéndose en una dinámica más complicada para brindar una atención de calidad.

El doctor Sánchez Arreola precisó que tener un sistema de salud poco preparado, con hospitales no terminados al ciento por ciento y personal escaso, “ha ocasionado que disminuyan los ingresos con enfermedades crónicas y los pocos pacientes que si llegan a los hospitales se presentan en la fase grave de la enfermedad”.

El actual presidente de la SMME hizo un llamado a los pacientes a identificar la necesidad de tratamiento de manera inicial en una unidad de primer nivel de atención, no abandonar su tratamiento establecido y en la medida de lo posible procurar el seguimiento con su especialista. Aunque se ha observado un incremento al gasto de bolsillo por la búsqueda de una atención médica privada, las unidades de primer nivel de atención siguen estando abiertas y dispuestas a atender a este tipo de pacientes, sin costo alguno”.

Cecilia Higuera Albarrán

LA CRÒNICA

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