México hospeda a un delincuente

Pascal Beltrán del Río.

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel reúne en su trayectoria política cosas que supuestamente desprecia el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Para comenzar, fue parte de una trama de corrupción en torno de la empresa constructora brasileña Odebrecht. Por ello fue sentenciado y pasó un lustro en la cárcel. Segundo, fue excarcelado mediante una medida cautelar dictada por un juez que, en connivencia con un capo del narcotráfico, ya había liberado a dos personajes del crimen organizado. En México, López Obrador ha hecho un casus belli de situaciones parecidas. El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, enfrenta un proceso por haber recibido presuntamente sobornos por parte de Odebrecht. Y el Poder Judicial es blanco de críticas casi diarias por prestarse, según el Presidente, a liberar delincuentes.

Es contradictorio, entonces, que el exvicepresidente Glas haya entrado caminando en la embajada de México en Quito, el domingo, y que se le haya dado trato de “huésped”, cuando la Fiscalía de Ecuador lo estaba buscando para devolverlo a prisión, de la que salió por un habeas corpus ilegal, dictado por el juez Emerson Curipallo, quien fue detenido como parte de una trama conocida como Metástasis, una red de delincuencia organizada en la que habrían participado juzgadores, fiscales y policías antinarcóticos. A Curipallo se le acusa de haberse vinculado con el narcotraficante Leandro Norero Tigua, alias El Patrón –quien dirigía la red desde la cárcel de Latacunga, donde fue asesinado en octubre de 2022– y de haber dejado en libertad a los jefes mafiosos John Navarrete, alias Cuyuyi, y Santiago Madrid. Fue el homicidio de Norero el que desencadenó la investigación del caso Metástasis. Por cierto, en chats que se le descubrieron, El Patrón y una funcionaria judicial identificada como Mayra S. intercambiaron mensajes sobre una presunta reunión en México en la que participó un tal RC, quien podría ser ni más ni menos que el expresidente *Rafael Correa, el patrono político de GlasCorrea, quien vive en Bélgica, es considerado prófugo de la justicia.

De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, que derivó en sentencia, Glas se benefició de 13.5 millones de dólares en sobornos pagados por Odebrecht, para la adjudicación de cinco contratos. Glas salió de prisión en noviembre de 2022, antes de cumplir su condena. En junio pasado, recibió una nueva acusación, por desvíos de recursos en la reconstrucción de lo destruido por el terremoto de 2016. Cuando la Fiscalía pudo documentar que Norero había pagado 250 mil dólares al juez Curipallo y a otros funcionarios judiciales para hacer un “favorcito” a Glas, se ordenó la reaprehensión del exvicepresidente, quien entonces se refugió en la embajada de México, expresando temor por su seguridad y libertad personal.

La Fiscalía de Ecuador pidió “la urgente colaboración de las autoridades mexicanas, a fin de que se invite al citado ciudadano a abandonar dicha representación diplomática inmediatamente”, pero la Secretaría de Relaciones Exteriores lo declaró “huésped” en tanto analiza su caso. ¿Qué hará el gobierno mexicano? ¿Dará asilo a un delincuente sentenciado, que epitomiza los casos de corrupción que tanto se señalan en este país? Ya está peleado con Perú y Argentina, ¿ahora se peleará con Ecuador? Ojalá que no, para ahorrarnos la vergüenza.

BUSCAPIÉS

* La mitad de los homicidios dolosos que se cometieron durante los cuatro primeros años calendario del sexenio fueron de mexicanos tan jóvenes como los cinco estudiantes asesinados en Celaya a principios de este mes y los doce asistentes a una posada en Salvatierra la madrugada del domingo. De los 141 mil 421 asesinados entre 2019 y 2022, 70 mil 613 estaban en un rango de edad de 15 a 34 años.

* “En lugar de desaparecer a nuestros desaparecidos, con carácter urgente se elabore, conforme a lo que establece la legislación en materia de desaparición y con nuestra participación directa, un plan y un proyecto para la búsqueda de todos los más de 110 mil 964 desaparecidos”, exigieron ayer al gobierno federal colectivos de familiares de personas ausentes.

Excelsior

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