México representa una atractiva ruta migratoria internacional: José Rodríguez Gutiérrez

A una semana del anuncio del acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles a nuestro país, el tema sobre migración ha cobrado especial importancia, pues en breve México ocupará incrementar acciones contra la migración irregular; ante ello, la Cancillería mexicana se dispone a entablar conversaciones con los gobiernos y organizaciones de Guatemala, El Salvador y Honduras para poder frenar el flujo de migrantes.

Al respecto, José Rodríguez Gutiérrez, profesor investigador en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora, refirió que “México está formando parte de nuevas rutas migratorias internacionales, y actualmente hay toda una infraestructura de movilidad humana que se ha ido construyendo a través de los 80 o 100 años que tienen las rutas migratorias, por ello no se puede detener de la noche a la mañana, ni con muros”.

Agregó que México tiene una política similar a la de Europa, en torno al reconocimiento a la movilidad migratoria y del libre tránsito si cumplen con las reglas de migración, además de ser un país respetuoso de los menores y las mujeres migrantes, y añadió que Sonora fue el primer estado en tener la Ley de Protección a la Mujer Migrante.

Datos compartidos por el investigador refieren que en las últimas estadísticas de quienes han migrado hacia Estados Unidos en estas caravanas suman en promedio 612,000 migrantes entre 2015 y 2018, donde 87 de cada 100 son centroamericanos, y de ellos, un 20% está conformado por niños y adolescentes.

Los datos revelan que México se está convirtiendo en un flujo internacional para la migración donde antes eran sólo mexicanos y centroamericanos, y en la actualidad 87 de cada 100 migrantes detenidos son centroamericanos, y 13 de cada 100 son asiáticos y africanos. “En el 2018 detuvieron a 4,500 indios; es decir, seis veces más indios que colombianos, eso nos lleva a plantear que México está formando parte de nuevas rutas migratorias internacionales”, destacó.

Rodríguez Gutiérrez, investigador de temas transfronterizos, mencionó que tras el acuerdo, México ganó que se reconociera que la migración no es una responsabilidad de nuestro país, sino que es un proceso global, y que Estados Unidos ha invertido en Centroamérica en bases militares y no en el sector productivo, poniendo en la mesa de debate que mientras no se aborde la creación de empleos e infraestructura económica que mejore toda la región centroamericana, incluido el sur del país, la solución al problema se ve lejana.

Explicó que México tiene una gran frontera donde pueden solicitar distintos tipos de visa o permisos para ingresar a Estados Unidos: visa humanitaria, visa de asilo político, visa por violencia, y otras, lo que resulta atractivo para los migrantes, quienes han preferido esta ruta migratoria internacional.

El investigador consideró que una de las desventajas del acuerdo migratorio es que México aceptó que a los migrantes detenidos se les dé una visa humanitaria para poder esperar la respuesta del gobierno estadounidense, pues eso implica una fuerte participación de la ciudadanía, Estado y empresas para generar temporalmente fuentes de empleo, donde México tendrá que dar respuesta al interés superior del niño, otorgándoles educación y un espacio de vivienda a algunas familias.

Sobre la incorporación de la Guardia Nacional, el especialista consideró que se puede complicar, pues la Guardia Nacional debe tener muy claro cuál será su participación, pues se requiere también de un conjunto de organizaciones internacionales de inversión, que provenga de los Estados Unidos; es lo que falta negociar ahora para crear la infraestructura, que tampoco es nuevo, pues ya se hizo en los 70´s con el Programa de Braceros, donde Estados Unidos aportó grandes cantidades de recursos para que se lograra crear el programa de maquiladoras en México.

“La movilidad migratoria también implica perspectivas estratégicas de saber responder a tiempo y solicitar recursos y buscarlos donde estén, porque los recursos que van a llegar, van a ser internacionales, y generar ventajas para atender esta situación y crear espacios productivos, laborales. Tenemos que comprender el fenómeno migratorio como un espacio de oportunidad”.

Finalmente, Rodríguez Gutiérrez concluyó diciendo que estamos ante un nuevo acuerdo de cómo concebir la frontera, donde la frontera en términos modernos se considera como un espacio de interacción y no de exclusión, no de límites jurídicos y territoriales, sino como un espacio donde confluyan no sólo las mercancías que importamos y exportamos, sino también de reconocimiento de llegada de migrantes.

Luis Mendoza

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