Morenistas disidentes exigen renuncia de Mario Delgado y Citlalli Hernández

Los militantes, encabezados por John Ackerman, criticaron la convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario de Morena.

Los integrantes de la llamada Convención Nacional Morenista, encabezada por el académico John Ackerman, exigieron la renuncia inmediata de Mario Delgado y Citlalli Hernández de la presidencia y secretaría general de Morena, respectivamente.

En un posicionamiento expresado en un acto público en la Ciudad de México, los morenistas criticaron que la convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario de Morena, programado para agosto próximo, “tiene la clara intención de consolidar el control autoritario de la cúpula del partido y desaparecer a la militancia más digna y congruente que lo construyó”.

De concretarse el congreso, como lo han convocado los dirigentes nacionales, acusaron que “estaremos experimentando las olimpiadas de la corrupción, del clientelismo y del corporativismo en el seno mismo del partido de la Cuarta Transformación”.

Acusaron a los líderes actuales del partido de “traicionar a la militancia con la emisión de una convocatoria a modo que, lejos de empoderar a las bases o fomentar la democracia interna, constituye un golpe de Estado técnico con fines de perpetuarse en el poder”.

Criticaron que en ese congreso se renovarán dirigencias locales, pero no la nacional, que ellos Delgado y Hernández encabezan y a quienes acusan de no haber sido electos por la militancia, sino que fueron impuestos por una “corrupta resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que mandató encuestas a modo, conducidas por el Instituto Nacional Electoral, ambas instituciones al servicio de nuestros adversarios”.

Señalaron que los dirigentes morenistas “se empeñan en aferrarse a sus puestos y buscan utilizar el justo reclamo de las bases a favor de la celebración de un congreso nacional para atropellar los derechos de los militantes fundadores, acallar la disidencia y efectuar una purga ideológica al interior del partido.

Esto, con el fin de imponer un pensamiento único al más fiel estilo de los institutos políticos del viejo régimen”. Advirtieron que “si se van a renovar los liderazgos de Morena, tendrían que renovarse absolutamente todos los cargos tal y como lo mandata nuestro estatuto”.

El documento fue leído por Ackerman y otros morenistas, algunos líderes del partido en estados. En su demanda pública, exhortaron a los otros integrantes del Comité Ejecutivo Nacional a que convoquen de manera inmediata a una sesión extraordinaria del CEN para rectificar los elementos más nocivos e ilegales de la convocatoria.

Además, llamaron a las bases del partido y a ciudadanos afines al movimiento “a que conformen brigadas caza mapaches convencionistas en los 300 distritos federales del país, con el fin de inhibir, documentar, denunciar y llevar a la justicia a quienes cometan prácticas ilegales de acarreo, compra y coacción del voto o manipulación de resultados electorales”, durante la integración del padrón y en el día de la elección de dirigencias.

Argumentaron también que la convocatoria es ilegal porque da pie a un “asalto al partido” por grupos corporativos y clientelares de diverso signo, especialmente provenientes del PRI, PAN y PRD. “Por medio de la artimaña de una afiliación inmediata in situ abierta a cualquier ciudadano que acuda a los congresos distritales programados para el 30 y 31 de julio”, lo que consideraron que “será el acarreo y no la voluntad de la militancia lo que determine el resultado de los congresos distritales”.

En participaciones de los líderes regionales de Morena, coincidieron en que el partido se está tornando un camino muy similar al PRI.

RAFAEL MONTES

Fuente: Milenio

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