NAUFRAGIO GUBERNAMENTAL O REINGENIERÍA OBLIGADA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

La tempestad se vuelve peligrosa y las marejadas golpean una cubierta gubernamental que cruje ante la fuerza de la crítica ciudadana y de los yerros en el gobierno.

Los aliados del gobierno como los medios de comunicación pagados para que manejen la información tal y como se les instruye, también se revelan desobedeciendo órdenes cuando se oponen a la versión oficial y pública del Gobernador al Presidente de la República en la fecha del eclipse, de que las ocho personas que faltaban por recuperarse ya se encontraban en sus domicilios. Así se lo afirmó al Presidente.

Los medios de difusión comprometidos con el gobierno, en un chispazo de honestidad y de ética periodística, se dieron a la tarea de buscar y llegar a la verdad porque había inconsistencias en la información gubernamental. En esa indagatoria se percataron de la falsedad de la información. Las ocho personas seguían sin aparecer.

Lo cierto es que el Gobernador quedó como un mentiroso ante el Presidente de la República. Pero en un afán apresurado de zurcir ese desliz del Ejecutivo, se mandó a la Fiscal a que aclarara las cosas, pero ¡oh! triste realidad, los representantes de la prensa quedaron más confundidos con la información proporcionada. Era preferible que se quedaran callados.

Las familias de los todavía ausentes se sintieron agraviadas y revictimizadas, por las mentiras que lanzaron las autoridades, ya que sus familiares todavía no regresan a sus casas. Lo cierto es que en el gobierno se hicieron bolas y ese error tiene su costo, a alguien se le tendrá que sancionar ¿La bolita está con el Secretario de Seguridad Pública y la Fiscal?

Si las condiciones de gobernabilidad se siguen dando bajo el amparo de la falsedad y la arrogancia para mentir, el naufragio puede ser la consecuencia de un gobierno sin timón. La reingeniería en el gobierno puede ser la solución.

El Gobernador debe reconsiderar que las decisiones que hasta la fecha ha tomado no han sido las más afortunadas. La cola de yerros es muy larga. Empieza protegiendo con la aprobación de la cuenta pública a su antecesor Quirino Ordaz, una pifia que le traerá consecuencias políticas futuras. Lavar, al ahora Embajador, los desaseos en el gasto de su administración y la excesiva corrupción, es un pecado político que se habrá de pagar.

Quien lo empinó a enfrentar a la Universidad Autónoma de Sinaloa, ha sido otro de sus pecados mortales, un error con un alto costo político y que tendrá también graves repercusiones. Se atrevió a señalar hechos contra la UAS y sus autoridades que no ha podido comprobar. Las resoluciones de amparo le están abofeteando y la furia universitaria es cada vez mayor.

Muchas mentiras en tan pocos días. La Fiscal, en la mencionada rueda de prensa del día de ayer, dio el cerrojazo de falsedades cuando dijo que las ocho personas faltantes ya habían aparecido y que estaban en sus casas sanos y salvos. La investigación periodística obtuvo otra respuesta. El grito de las familias afectadas se escuchó estruendosamente en todo el Estado de que mentían ¡Los ocho faltantes todavía no regresan a sus casas!

Hoy, seguro que habrá una cortina de humo con la audiencia programada en el conflicto Gobierno-UAS. El enojo del Gobernador seguro que habrá de manifestarse de alguna forma y se querrá desquitar con el Rector Jesús Madueña Molina y los miembros del Comité de Adquisiciones de la UAS. El reto se asume. Las autoridades rosalinas confiando en su defensa, saldrán airosas de esta embestida política en su contra.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

También te puede interesar