No es sequía, es saqueo

José Luis Avendaño C.

En el momento en que se viven los prolegómenos del cambio climático, vivimos la alternancia de inundaciones y sequías, donde el agua, como un bien público, cuyo acceso es un derecho social.
Al mismo tiempo, se observa en muchas partes del mundo un proceso de privatización que hace del agua una mercancía más y, por lo tanto, objeto de especulación.
Acerca de la privatización del agua en Querétaro, la comunidad indígena tiene una opinión que vale escuchar y atender.
“Hace unos días la mayoría de legisladores panistas en el Congreso de Querétaro, aprobó privatizar el servicio de agua potable por medio de operadores. Que se encargarán de proporcionar y cobrar a los habitantes la distribución, drenaje y obra pública en todos los municipios del estado.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, integrantes del Concejo Indígena Autónomo de Santiago Mexquititlán de Querétaro manifestaron su repudio a la nueva ley aprobada en la entidad.
Al grito el agua no se vende, se ama y se defiende y no es sequía, es saqueo, dijeron que «luchamos por la vida, y la vida es el agua, el territorio, la milpa».
Isabel Valencia Hernández dijo que la legislación es un instrumento de despojo del agua que atenta contra los pueblos originarios. Hacemos esta denuncia pública a los tres niveles de gobierno y al gobernador de Querétaro el panista Mauricio Kuri.
“El gobernador ‘maquilla este despojo, diciendo que es por el bien de los pueblos, pero a lo que vienen a matarnos. Estos malos gobiernos, no nos importa de qué color sean, porque todos se valen de la corrupción y manipulación” (La Jornada, 26/5/2022).
A contracorriente del discurso presidencial.